Un redoble de tambores

Por favor, un redoble de tambores para la noticia que os tengo que dar: Parararararararrararrarararpapa!

¡TENGO FAMILY!

La familia de Henham se ha puesto hoy en contacto conmigo para decirme que han decidido que les gustaría que yo fuese su au pair. Creo que me he tomado la noticia con mucha serenidad. Sólo me he echado a  reír, y luego a llorar.

Ya me olía la tostada bastante, pero no me quería hacer ilusiones para no venirme abajo si luego no me escogían. Ayer me mandó la madre un correo pidiéndome si podía mirar cuanto costaban los vuelos para el día 16. En fin, ¿qué más podía significar? Quise contestarla que si eso quería decir que me escogían a mi, pero pensé que tal vez querían costear el vuelo y querían asegurarse que ningún vuelo de ninguna chica costaba algo desproporcionado. En esto Ryanair me salva el culo, porque el precio de los vuelos a Stansted suele ser francamente ridículo. Cuando me desperté esta mañana miré nerviosa el correo por si me había escrito algo, pero no había nada e iba a pasar el día fuera con mi familia política. La verdad es que me pasé el día medio pendiente del teléfono por si me llamaba. Así que cuando llegué a casa de J. fui directa al ordenador y allí estaba, el correo diciéndome que habían hablado todos y que como familia habían decidido que yo era la que más les gustaba ¡Qué ilusión! Me sentí, no se, aliviada y contenta, y J. me abrazó muy contento también. Pero entonces le miré y me di cuenta... ¡9 meses lejos! ¡Qué palo! Y fue cuando me eché a llorar.

La búsqueda de familia ha durado tanto y he dado tantas vueltas que toda esta historia se había desvirtuado un poco en mi cabeza. En el fondo tenía la sensación de que encontraría trabajo, me acabaría desencantando, o algo ocurriría que impediría que me marchase. Así que cuando me he dado cuenta de que no, que me voy, la realidad me ha golpeado tan fuerte que me he sentido en medio de un huracán de emociones, todas contradictorias. Ahora estoy mucho más tranquila, y creo que en tanto en cuanto los de mi alrededor conserven la calma, yo estaré bien. Al menos hasta el día en que me vaya. 

De momento lo peor ha sido decírselo a mi madre. A ella, que no se ha criado en una generación en la que con Ryanair es más barato, fácil y rápido volar a otro país que ir en autobús a la provincia de al lado, Inglaterra la parece el fin del mundo. Pero sabe que la experiencia es por mi bien y eso la hace feliz. No para de repetir que lo único que quiere es que la familia sea buena gente y me trate bien. Supongo que las madres nunca llegan a asumir que nos convertimos en mujeres hechas y derechas capaces de lidiar con los conflictos y apañárnoslas. 

En el e-mail que me envió la familia había unas fotos de ellos, de su casa  y de la habitación en la que me quedaré. Ellos parecen adorables, las niñas son una auténtica monada, de verdad, para derretirse con ellas. La casa es grande y bonita, muy inglesa, ya sabéis. Y "mi" habitación es preciosa y me gusta más que la de mi casa jaja, ¡y tengo baño propio! En el e-mail me ha ampliado las condiciones e información sobre transportes, academias de inglés, el dinero de bolsillo, etc. Me lo ha vendido todo muy bien, ¡espero que todo sea como me lo pinta! Finalmente me dijo que si podía volar el 16 por la mañana, que sería genial. Como sólo hay vuelo por la tarde, me ha pedido que si puedo ir el 15 para poder pasar todo un día juntas y conocernos mejor, obviamente un día más o menos no me supone ningún problema.

Y nada, ahora me queda por delante una semana de preparar cien mil cosas, la tarjeta sanitaria europea, ir al médico, comprar regalos, cambiar libras...y las temidas maletas. Pero no adelantemos acontecimientos, que de todo esto hablaré cuando llegue el momento. Ahora, a irse a la cama con los nervios en el estómago. Buenas noches mis angelitos!