domingo, 30 de diciembre de 2012

Zona cero

Aquí me lanzo con la que, a menos que surja algo imprevisto, es la última entrada del año. Parece hasta poético que, a punto de terminar este 2012, yo estoy casi donde empecé, buscando de nuevo familia y con los nervios a flor de piel. Pero ya sabéis que un final sólo es un nuevo comienzo, y espero que el nuevo año me traiga una nueva experiencia con una familia con la que encaje mejor.

Pero he de dejar claro que no estoy exactamente como empecé, ahora tengo muchas más oportunidades y más experiencia, lo cual es un plus. Para empezar, ya tengo una red de contactos allí, cosa esencial. Varias personas con los ojos y los oídos bien abiertos por si se topan con algo interesante pueden ser lo más valioso y eficaz a la hora de encontrar una familia. Por otra parte ya me he quitado casi todos los miedos que tenía, ya se a lo que voy, qué me voy a encontrar, como lo voy a afrontar... Y además estoy más abierta a cosas que antes me negaba en rotundo, como por ejemplo a conducir o a cuidar de bebés.

A pesar de esto, hay cosas que no cambian. Sigue habiendo ciertos nervios porque, al fin y al cabo, tienes que empezar de nuevo con otras personas, tienes que conocerlas, adaptarse a sus horarios y a sus costumbres, así que aunque no llegas igual de verde que la primera vez si hay un tiempo de adaptación igualmente. La desesperación de la búsqueda, los nervios de las entrevistas...eso sigue ahí también. Y hay temores que son nuevos, como el de qué ocurre si te vas de nuevo con otra gente y te vuelve a salir mal, si eres tu que no estás hecha para ser au pair, si no deberías quedarte tranquilita en tu casa o no deberías buscarte otro tipo de trabajo. Pero yo desde el primer momento lo tuve claro: para quedarme en mi casa vegetando, sintiéndome inútil y miserable, no me quedo. Además de la experiencia increíble que estaba viviendo y los progresos que estaba haciendo con el inglés. Así que hay que arriesgarse para no perder las cosas maravillosas que estaba disfrutando allí.

La verdad es que, aunque aun no he encontrado nada que me convenza del todo, veo que la cosa se mueve mucho más que la primera vez que busqué familia, así que no pierdo la esperanza. Por lo demás, estoy disfrutando este tiempo extra con mi familia y amigos y recuperando a base de turrón los kilos que perdí en Inglaterra. Mi mayor duda existencial es el hecho de que hace semanas que tengo comprado un vuelo para el día dos, pero obviamente ya no es necesario que me vuelva tan pronto, y tengo que cambiarlo de fecha, pero, ¿para cuando?

Os dejo con la esperanza de que, la próxima vez que os escriba, sea para contaros que ya encontré algo fantástico y tengo fecha fija para volver. Yo me mantengo positiva.


¡FELIZ NOCHEVIEJA Y PRÓSPERO 2013!


lunes, 24 de diciembre de 2012

A otra cosa mariposa

Supongo que habréis notado mi ausencia, pero han sido unos días muy agitados y difíciles que han derivado en la finalización de mi relación laboral y personal con la familia. ¿Qué ha pasado? ¿No era todo buen rollo y felicidad en el último post? La intención estaba ahí, pero cuando algo no funciona, no funciona, y no tiene sentido ninguno aguantar por orgullo, por comodidad, por cualquiera que sean los motivos.

Pero mejor que me explique. Lo que seguís mi blog con cierta regularidad sabéis que estaba teniendo ciertas dudas y problemillas con la familia y el área en el que vivía: la actitud de E., los detalles feos de mis hosts, las dificultades a la hora de salir del pueblo a determinadas horas. Hacia las semanas de la visita de J. estuve a punto de hablar muy seriamente con la familia, pero finalmente, después de muchas lágrimas, muchas conversaciones con personas que me quieren y muchas frases del tipo "pues si tan mal estás allí busca otra cosa" decidí no tomar ninguna decisión drástica antes de Navidad y, como os comuniqué en el último post, intentarlo con todas mis ganas.

Pero cuando vives y tienes que ver cada día a unas personas con las que realmente no has conectado llega un momento en que la presión tiene que salir por algún sitio. El miércoles pasado S. (la madre) estaba enferma y se quedó en casa. A media mañana estaba colocando los platos limpios cuando me empezó a preguntar si ya había empezado con mis maletas, parecía una cháchara sin más importancia hasta que me soltó "¿Tu quieres volver después de Navidad?". Uy...malo. Con  cara de "no se muy bien como va a acabar esto" me volví y le dije "VOY a volver después de Navidad". Y ella "Ya, pero... ¿QUIERES?" Y que coño, no, no quería. Empecé diciéndole que si que volvía pero que había que trabajar mucho con las niñas y acabé diciéndole, con lágrimas en los ojos y guiada por su propia sugerencia, que si, que me tomaría el día para pensarme si me volvía o no, pero más con el no en la cabeza que con el sí. ¿Qué ocurrió entre medias de esa conversación? Pues muchas cosas. Ella me echó muchas cosas en cara que no me parecieron nada justas, lo extraño es que nada de lo que me dijo estaba relacionado con la calidad de mi trabajo, si acaso que ella no veía la conexión y el cariño entre las niñas y yo que debería de haber después de 10 semanas cuidándolas. Pero la mayoría de las cosas estaban relacionadas con mi tiempo libre: que desaparezco en cuanto ellos llegan a casa (cosa que no es verdad, siempre me quedo por allí por si me necesitan y les repetí hasta la saciedad que me lo dijeran si necesitaban algo), que estoy siempre metida en mi habitación, que nunca me reúno con ellos para hacer nada en la casa (como que el día que hubo un apagón y no bajé con ellos a hacer nada al salón con la chimenea), que hay días que no me ven en todo el día y que parece que espero a que ellos hayan cenado para bajar a cenar yo. 

Vale, esa es su versión de la historia. La mía es que me están reclamando una cercanía que no me ofrecen a mi, que no entienden que provengo de otra cultura en la que no cenamos a las 6 de la tarde, que paso de las 7 de la mañana a las 5 y pico de la tarde con las niñas y que necesito mi tiempo y mi espacio cuando ellos llegan, a pesar de no haberles negado nunca a las niñas mi atención cuando me la han reclamado, y que ellos ni nunca me invitan a ir a ninguna parte cuando salen (así que no entiendo que se quejen de que no hago nada con ellos...¿nada en la casa?) y nunca, nunca han hecho prácticamente nada por mi, ni tener un detalle ni ayudarme con nada (buscando la bici, los cursos de inglés, poniéndome en mi habitación una tele que no usan para nada y que está guardada debajo de MI cama...), nada a parte de pagarme regularmente. Así que no entiendo nada. Si me estuviesen reclamando una negligencia en mi trabajo podría entenderlo, pero no voy a cambiar mi forma de ser, mi forma de disfrutar de mi ocio, por su capricho. No paraba de repetirme que no me sienten como parte de su familia, ¿pero no te das cuenta de que no soy parte de tu familia

Así que después de un día muy duro, de consuelos, cafés, conversaciones, decisiones, sentimientos de fracaso y de tristeza, aquí estoy, en España y sin ningún lugar al que volver en Inglaterra. Esa noche les comuniqué que después de todas mis dudas, aquella conversación fue el empujón que necesitaba para tomar mi decisión, y que no iba a volver. Todo fue muy civilizado, amable y polite, ellos me agradecieron que lo intentase y yo que me dieran la oportunidad. Pero cuando me di cuenta de que había tomado la decisión correcta fue al día siguiente. Antes de que las niñas se fueran a la escuela fui a hablar con ellas. Les puse la televisión en silencio, me senté en frente de ellas y les dije que no iba a volver después de Navidad, pero que iba a ir a la casa una au pair genial y simpática que las querría mucho, y que me tenían que prometer que se iban a portar muy muy bien con ella. Su respuesta "Ok" y gestos evasivos con la cabeza para seguir viendo la tele. Pues nada, o yo soy una au pair terrible o de verdad tenía que salir de esa casa (o ambas...).

Pero tengo la firme intención de volver, no se si como au pair o para buscar trabajo, pero voy a volver. Tan firme es mi intención que mi maleta grande con casi todas mis cosas mundanas sigue allí. Pero por ahora estoy disfrutando de un tiempo bien merecido con mi familia. Siento que este post no es de muy buena calidad, pero no tengo mucho tiempo con el trajín navideño para escribir algo como dios manda, sólo quería comunicaros este gran cambio en los acontecimientos. Os mantendré al tanto de las novedades. Pero ahora...

QUE DISFRUTEIS DE LA NOCHEBUENA, Y ¡FELIZ NAVIDAD!


P.D.: La familia está buscando au pair, obviamente. Que yo no me adaptase no quiere decir que otra persona que sea más afín a ellos no vaya a ser feliz allí. Si alguien quiere intentarlo por favor, que deje un comentario y buscaré la manera de ponerme en contacto. Yo prometo estar siempre disponible para ayudar en todo lo posible. Por otro lado, si alguien tiene información sobre alguna familia que busque au pair o alguna oportunidad laboral le agradecería que me lo dijese. Este blog NO se acaba aquí, no os vais a librar de mi. Esta es sólo otra parte del camino, otra cosa que te puede suceder si te vas de au pair, y que incluso estoy contenta de que me haya pasado porque ahora puedo ofrecer una perspectiva de esta experiencia. Mucha gente va con miedo "¿Y si no me va bien con la familia?". Bueno, pues ya podéis ver que si no os va bien con la familia no es el fin del mundo ni muchísimo menos. Y ahora, a disfrutar de la comida de Navidad. ¡Un besito corazones!

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Una buena inversión



Frioleros miércoles!

Ya sólo quedan 9 días para ir a casa, hurra! Y alejarnos un poco de este frio. Y es que yo no se si será común que aquí en Noviembre/Diciembre haga tanto frio, pero nos estamos chupando unas buenas heladas. Y para que veais que no miento os voy a subir una foto hecha esta mañana con el móvil del laguito del pueblo congelado.


 


No veais que gracia salir por la mañana al frio para llevar a las nenas al cole. Pero esto me ha dado una idea para escribir un post útil, que hacía mucho que no lo hacía. Antes de venirte hay cosas que son obvias que necesitas y que ya os conté: pasaporte, tarjeta sanitaria europea, libras... Pero hay otras que, o no merece la pena que te traigas y las compras aquí o no sabias que las necesitabas hasta que viniste. 

Hasta el momento el dinero mejor invertido lo he gastado en las botas de agua, la camiseta térmica y el polar de Decathlon, unas medias tupidas y unos calcetines gruesos, ambos del Primark, y en los mitones con capucha, en el Sainsbury. Las botas de agua las compré en Shoe Zone, una tienda bastante barata de calzado, por 10£. En Cantabria, a pesar de que llueve mucho, nunca me habia dado por comprarme unas, y resulta que aquí no me las quito. Pero es que en una ciudad con cualquier calzado cerrado lo puedes hacer un día de agua, pero aqui entre los charcos como pozos, el mejunge de barro y hojas pochas y que por algunos sitios la "acera" es tan estrecha que tengo que andar por la hierba mojada... Vamos, que si no voy a hacer nada más en todo el dia que llevar y traer a las niñas no me molesto en ponerme otra cosa que las botas de agua, que me mantienen los pies secos y calientes y no se estropean.

La camiseta térmica del Decathlon y el polar son mi uniforme de trabajo. Cuestan 8 y 10 euros respectivamente (y redondeando) y dan un calorcito muy agradable, así que lo mismo que para las botas de agua: si no voy a hacer nada en especial me pongo eso y a correr. Para que me vean cuatro madres cotillas en la puerta del cole no me voy a poner mona. La verdad es que la relación precio/utilidad/calidad es muy buena, aun mejor para las frioleras como yo. Y es que vale más ponerse una camiseta térmica (creedme) y un jersey normal que el jersey más grueso que encontreis en el mundo.

Las medias tupidas y los calcetines gruesos los encontré en el Primark de Cambridge, dos pares de cada por 3£ (el par de pares jeje). Es decir, dos pares de medias 3£ y dos pares de calcetines otras 3£. Las medias ni llegan a ser leotardos ni medias normales, y unos leotardos harian muy bien la función también. No me las compré para esto, pero como me quedaban un poco pequeñas y no son de mucha calidad me las empecé a poner debajo de los vaqueros y ocurre lo mismo que con la camiseta térmica, que al estar en contacto con tu piel ofrece mucha más protección contra el frío. Los calcetines gruesos encima de las medias son la guinda del pastel. Y es que tener las extremidades y la cabeza calientes es lo más importante, ya que es el primer sitio por donde perdemos calor. Si conseguís mantener pies, manos y cabeza calientes el frío será llevadero.

Por qué mitones? No tienen que ser del Sainsbury, pueden ser de cualquier sitio. Pero mejor mitores para manejar los móviles táctiles, porque tener que quitarse los guantes en el frio cada vez que te llega un whatsapp no hace ni puta gracia. Aseguraos de que los mitones llevan una capuchita para cubrir la punta de los dedos porque hasta esa pequeña porción de piel se congela al instante en este frio. Si no, unos guantes con forro polar también son una buena idea, aunque ni los he buscado ni los he visto.

Y lo que a mi me falta de comprar que muy mal por mi parte es un gorro, pero tengo la cabeza pequeña y parezco una seta con todos así que... Pero espero que mi guía de como no morir congelada y empapada en Inglaterra os haya gustado. Por lo demás yo sigo intentando cultivar mi paciencia y positividad, con éxito algunos días y sin él otros, pero superando el día a día que no es poco. Os dejo que, hablando de lo cual... estoy muerta de frío! (mi camiseta térmica está lavando jeje) Pero esto lo soluciono ahora mismo con un colacao calentito :). See you soon!


lunes, 10 de diciembre de 2012

Energía positiva

Happy Monday!

La Navidad se acerca y cada vez vemos el momento de ir a casa a hincharnos a comer más próximo, así que aunque los lunes siempre son una putada vamos a afrontar este con esa idea de nuestro hogar en la cabeza.

Y es que ya os dije en el anterior post que me hacía falta más energía positiva. Por eso os he tenido abandonados, porque si no escribo para quejarme no se qué escribir jaja. Lo cierto es que la semana pasada estuvo movidita, el miércoles nevó y mi hostmother se la pegó con el coche, así que ha estado media semana trabajando desde casa y monopolizando el ordenador. Ella está perfectamente, excepto por el susto.

Esta claro que hay cosas que, en general, a casi todos nos parecen negativas. Por ejemplo, al 99,9999% de las personas les parece peor ganar 50 libras que 100 haciendo el mismo trabajo. Pero generalmente un hecho objetivo puede ser positivo o negativo dependiendo del cristal con el que se mire. Así que en este post voy a convertir lo negativo en positivo.

Tengo que arriesgarme a morir con una bici loca a la que cada día le pasa algo en el frío y la lluvia cada vez que quiero tomar un café: No. En realidad estoy moldeándome unas piernas y un culo de modelo, haciendo ejercicio gratis, mejorando mi técnica de montar en bici, que era bastante desastre, y colaborando con el medio ambiente. Además de disfrutar de unas vistas impresionantes del cielo estrellado cada noche.

Tengo que cuidar de una niña psicópata: Si, pero eso me esta haciendo trabajar mi paciencia, estoy explorando los límites de mis capacidades y practicando nuevas técnicas educativas. Igual de esto escribo un tratado sobre psicología infantil y gano un Nobel. No pongais esa cara escéptica, nunca se sabe!

Estoy aislada del mundo sin ordenador propio: Si, lo estoy, pero eso me está dando una enorme cantidad de tiempo libre para hacer cosas útiles con mi vida, como leer, estudiar inglés, dormir, ver la televisión (con lo que practico listening), salir a tomar algo con la gente, ir al cine...

La familia a veces es "fria" conmigo: Lo que me da mucha independecia. Nunca están encima de mi que si voy con ellos aquí o allá, me dejan entrar y salir tranquilamente y no me molestan cuando estoy en mi cuarto. De todas formas cada vez son más cercanos.

La comida es una mierda y echo de menos a mis seres queridos: Y esto me esta enseñando a apreciar las cosas buenas de España, y las cosas buenas de mi familia también, que normalmente no los aguanto porque me vuelven loca.

Y no solo hay que transformar lo negativo en positivo, también hay que pensar en las cosas que son intrínsecamente buenas: las personas que estoy conociendo, las experiencias que estoy viviendo, mi horario y el tiempo libre que tengo, las clases de inglés y lo que estoy aprendiendo. Y de nuevo recordar que esto es para unos meses, y no para toda la vida. Así que sí, hay que darse ánimos e ir viviendo y superando día tras día sin preocuparse tanto de qué vendrá mañana.

Os dejo con esta dosis de energía que intenta ser positiva, y me voy a echar una siestecilla antes de recoger a I., que ayer fue un día muy ajetreado con la comida española navideña en Cambridge y hoy estoy pal arrastre (estoy mayor...). Un besito corazones!

lunes, 3 de diciembre de 2012

Una de cal y otra de arena

Good evening!

J. se fue esta mañana así que mi burbuja de amor ya se explotó, desgraciadamente. En lo que él ha estado aquí tengo material para hacer una entrada titulada "una serie de catastróficas desdichas 2.0", porque primero se rompió el ordenador de repuesto que me trajo (os lo podeís creer!!?? Porque yo no, pero así es), y después se estropeó, sin venir a cuento porque la estuve usando en Londres perfectamente, el flash de mi cámara. Así que se confirman mis sospechas de que alguien ma hace vudú chungo, tendré que ir a pasar el agua o algo!

Esta entrada es de nuevo para quejarme, si. Lo se, lo siento, yo siempre he pensado que soy una persona que se adapta bien a casi todo y con aguante, pero no se por qué me está costando tanto aquí. Ya superé la morriña del principio y el choque cultural, pero es que no le acabo de coger el punto a la familia y eso me está desquiciando. La semana pasada fue bastante dura y acabé todos los días, menos los que J. pasó aquí, echa polvo y rendida totalmente. El problema, el de siempre, la actitud de E. Pero no es sólo eso, y os quiero dar muestras de la bipolaridad de la familia, una recopiración de cales y arenas.

El otro día D. dejó solas por la noche a las niñas, lo cual me parece una irresponsabilidad por mucho que ellas estés durmiendo y no las vaya a pasar nada, para irme a llevar y a buscar a la estación de tren, cuando ni llovía ni hacía un frio exagerado y podía haber ido en bici perfectamente. Y lo mismo, S. nos acercó a J. y a mi a la estación de tren el viernes, cuando podríamos haber ido en bus sin problemas. Y sin embargo el domingo por la tarde, que estabamos a cero grados y que nos teníamos que gastar un pastón en un taxi para volver a casa desde el tren no tuvieron el detalle de acercarse a buscarnos, que estaban despiertos, no era tarde, y son 5 minutos ida y 5 vuelta.

No me quejo de mi horario, ya lo sabeis, pero además a veces la abuela va a buscar a E. los jueves y tengo todo el día libre, o S. se queda a trabajar desde casa los viernes y sólo tengo que hacer el cleaning, a pesar de que no me importa levantarme a la hora de siempre y echar una mano. Pero por otro lado todos los días viene S. a decirme que tengo que hacer una cosa nueva que obviamente no es de mi competencia. La última es limpiar los patines de las niñas cuando vuelven de la escuela, pero también son cosas como pasar la aspiradora por las alfombras todas las tardes antes de que llegue porque le gusta verlo todo bonito o echarle betún y sacarle brillo a los zapatos de E. No me importa hacer algo fuera de mis tareas puntualmente si me lo pide, pero son cosas que hay que hacer todos los días y se van acumulando.

J. podía quedarse a dormir, lo cual es genial. Pero dos días antes de que venga me suelta que la habitación de invitados está preparada para él. Ya no es sólo que tengamos que dormir separados, que me parece absurdo (pero bueno oye, su casa sus reglas supongo), es que no entiendo por que en vez de decirmelo directamente me suelta esa indirecta tan ridicula. Somos adultas, no? Pues dime las cosas abiertamente.

Normalmente respetan mi intimidad en mi habitación. A veces las niñas entran sin llamar y enseguida les llaman la atención y las sacan de mi habitación. Pero este fin de semana, sin preguntarme ni avisarme, entró a mi habitación y guardó mi ropa mal guardada donde encontró porque se iban a quedar unos amigos suyos. A ver... parte de mi sueldo es el "alquiler" de esa habitación, y cuando tu tienes algo alquilado tus caseros no entran por tu habitación a toquetear  las cosas y a invitar a gente a dormir allí. De nuevo volvemos a lo de que es su casa... pero no me ayudan a sentirme nada a gusto o integrada si no respetan ni la intimidad de mi habitación. Que vamos a ver, si me pregunta voy a decirla que si, que más puedo decir al fin y al cabo, pero ya aunque sea el detalle de preguntar.

Estas son las cosas más destacables, pero son pequeñas cosas cada día que me van sacando de quicio, como que a veces están super majos y otras apenas me miran a la cara (sobre todo S.). El domingo, con J. aun aquí, ya me acabé de cabrear entre que tocara mis cosas y que no se acercaran a buscarnos y despotriqué como una loca, a lo que J. con su mejor intención me dijo que no fuese tan dura con ellos y que pasase por alto las cosas malas y apreciase las buenas, con lo que empecé a pensar que a lo mejor son buena gente, con sus cosas como todos, y la amargada soy yo, y me entró una llorera buena. En general si que creo que llevo unos días con la sensibilidad a flor de piel no se por qué y en parte es por eso por lo que estoy tan susceptible. Pero lo cierto es que son escasos los días que he acabado el día tranquila, ya no feliz sino simplemente no derrotada, desde hace un par de semanas. Se que estar mejor o peor también depende de mi, de como me tome yo las cosas, de como me las plantee, y si que creo que me he metido en un círculo vicioso de quejas, malos sentimientos (sobre todo hacia E.), y pesimismo del que tengo que salir urgentemente antes de que me estanque ahí. Así que después de notar que los demás empiezan a hartarse de oirme quejarme (normal, ya que hasta yo estoy asqueada ya), he decidido que voy a dejar de hacerlo, de quejarme, que voy a intentar estar positiva, centrarme en las cosas buenas y los buenos momentos, en aprender inglés y pasarmelo bien, y tomarme esto como lo que es, un trabajo que haces, mejor algunos días y peor otros, pero que es un medio para vivr la vida y no la vida en si, así que voy a intentar no tomarmelo todo tan a título personal e implicarme tanto. Voy a ver como me va así hasta Navidad y luego tomaré una decisión, sobre si creo que puedo hacerlo hasta junio o es mejor, para mi y para ellos, que yo me busque otra cosa y ellos otra au pair. Esto da miedo, no es tan fácil como decir "pues me busco otra cosa" o "me vuelvo a España", porque con lo primero nunca sabes si la nueva familia será mejor o peor o que, o si encontrarás un trabajo o te gastarás tus ahorros intentándolo, y con lo segundo... nunca me lo perdonaría, lo se. Así que con testas reflexiones os dejo, esperando traeros mejores noticias para la próxima entraba. Que tengais una excelente semana!

P.D. Hoy  E. está sacando de quicio hasta a su madre. La estoy oyendo decirla que haga no se que y contandola hasta tres amenazadoramente. Nota aparte para que veais lo ampiamente que pasa de mi esta cria (ya se que he quedado en no quejarme más pero a partir de ahora, vale?). Se ha subido antes a la encimera y ha cogido un chupachus sin permiso. Para cuando me he dado cuenta ya lo tenía en la boca. He cogido el palo y le he dicho que lo soltara y que lo podía comer después de cenar, y en vez de hacerlo ha mordido el caramelo para desprenderlo del palo y que no pudiera sacarselo de la boca. Si no ha he dado un tortazo en ese momento ya se que voy a poder contenerme siempre, porque de las ganas la hubiese agarrado y la hubiese abierto la boca a la fuerza y sacado el caramelo. Que rabia!