viernes, 10 de octubre de 2014

Al partir, un beso y un adiós

Pues ni beso ni adiós.Una desgraciada, eso es lo que soy. No me digné ni a despedirme, ni a darle un final decente a mi blog. Pero ya veis, aquí estoy, casi un año y medio después del fin de aquella experiencia que tan trascendente fue para mi vida, haciendo un remember.

El otro día me llegó un comentario, y echando un vistazo a ver que me ponían, empecé a releer las entradas y a partirme de risa. Está mal que yo lo diga, pero, ¡no sabía que fuese tan ingeniosa! Fue bonito recordar aquel tiempo y todo lo que ocurrió, lo mucho que disfrutaba escribiendo en este blog.

Mi vida ha cambiado mucho desde que volví. Me vine a Madrid, estudié un Máster, y aquí me tenéis, trabajando en una empresa alemana que desarrolla productos informáticos. Well, no es tan glamuroso como suena, pero me da de comer.

Y, después de un año y medio, ¿cuales son mis conclusiones sobre la experiencia de ser au pair? Ha pasado suficiente tiempo como para que todo se asiente y poder ver la experiencia con más objetividad, y mi conclusión general es que no habría dejado de vivir aquello por nada del mundo. Fue duro, sí, pero lo mucho que me curtió no tiene precio. El saber inglés me ha abierto muchas puertas y espero que me abra muchas más en el futuro, aunque también hay que tener en cuenta que al volver hay que seguir trabajando ese tema más aun que en Inglaterra, porque ya no tienes tantas oportunidades de practicar. He de reconocer que lo he dejado bastante de lado y he perdido parte de la fluidez y del vocabulario, pero es la diferencia entre estar full time inmersa en un ambiente angloparlante y tener que hacer tu día a día en español e intentar sacar un ratillo para el inglés. Además, con respecto al trabajo, siempre es positivo tener una experiencia vital que te destaque entre la marea de candidatos con perfiles similares, así que se le puede sacar mucho partido.

Con respecto a la familia, no tengo mucho contacto con ellos por desgracia. El pasado abril estuve de visita en Cambridge y pasé a verlos. Las niñas estuvieron un poco distantes, aunque supongo que es normal, la vida sigue y no pueden cogerle mucho apego a las au pairs porque se les rompería el corazón cada vez que se van. La madre y la novia del abuelo fueron un encanto conmigo y pasé una tarde genial charlando con ellas. En resumen fue una sensación extraña ver lo igual que seguía todo y lo diferente que era yo de la chica que una vez fue au pair. Ahora, sigo un poco al tanto de sus novedades a través del Facebook, pero poco más. Curiosamente, no terminé de escarmentar de niños para arriba y para abajo, que durante casi un año seguí trabajando de niñera con tres niñas estupendas aquí en Madrid, así que al final va a ser que no me disgusta tanto esto de estar rodeada de críos.

Con quien sí sigo en contacto, afortunadamente, es con algunas de las personas que conocí allí. No con todas, obviamente, y no con ningún angloparlante, para mi gran desdicha, pero si con algunas de las personas que se instalaron en mi corazón y ya no quisieron irse nunca más. De hecho, hace dos semanas estuve en la maravillosa y perfecta boda de una pareja que conocí allí, y llevaba tiempo sin practicar tanto inglés como practiqué aquel día, ¡fue genial!

Me han pasado tantas cosas desde que dejé Inglaterra que siento que queda lejana esa experiencia, pero de alguna manera siempre presente, ya que me ha ayudado a construirme y a convertirme en la persona que soy ahora. Ya no me dan tanto miedo los retos ni la incertidumbre de no saber qué pasará. Mis ganas de conocer nuevos lugares y personas distintas es mucho mayor. En definitiva, estoy convencida de que me hizo crecer y que ahora soy una versión mejor de mi misma.

Echo un poco de menos aquello. No ser au pair, pero si algunas cosas del estilo de vida inglés: las bicis, la belleza de sus ciudades, la gente, la cultura... No se si la vida me devolverá allí, tal vez en algún momento, aunque he de reconocer que estoy muy satisfecha con cómo y dónde estoy ahora mismo. Pero me ha alegrado releer el blog, recordar todo aquello, reflexionar sobre ello y escribir esta entrada, de manera que sirva de perspectiva sobre cómo se contempla la experiencia con tiempo de haberla reposado, y de cierre y despedida. Es una etapa que terminó y debo dejar atrás, aunque en la maleta que llevo siempre conmigo tenga mis recuerdos, la sabiduría que acumulé sobre mi misma y la vida, y , sobre todo, las magníficas personas que conocí.

Sigo intentando contestar a todas las personas que me escriben comentándome dudas sobre el tema de ser au pair, aunque a veces me resulte difícil por falta de tiempo o tarde mucho, podéis seguir preguntándome y haré lo posible por contestar.Y por supuesto, será un placer seguir leyendo vuestros comentarios y contestándolos. Gracias por leerme o haberme leído en algún momento, espero que tengáis una vida feliz y llena de aventuras!


domingo, 16 de junio de 2013

Camarero, una de anécdotas

Hola pececit@s:

         Tengo una de anécdotas, pero de las malas, no de las de jaja, no, sino de las de ¡¿Hola?! El asunto es que estoy teniendo una mala racha, no por nada en concreto, simplemente llevo mucho tiempo aquí, haciendo algo que indudable e indiscutiblemente no está hecho para mí. Y veo el final tan cerca que desde que J. se fue por última vez que me siento como que ya no doy más de mí, lo poco que tenía que ofrecer ya lo di todo y ahora sólo me quedan fuerzas para arrastrarme hasta la meta. Y de ese humor estaba cuando ayer se quedaron las niñas a dormir. Normalmente guardo mi cepillo de dientes porque L. lo usó una vez. Quise pensar que había sido un error honesto, pero anoche me lo volví a encontrar mojado, y mi pasta de dientes abierta. Y se que a lo mejor estoy exagerando, pero vivo en una casa que no es la mía, yendo de puntillas a todas partes, siendo la última que se entera de todo, ¿y como tengo que sentirme si encima no respetan mis cosas? ¡Mi cepillo de dientes! Una de las cosas más íntimas que tenemos, si os paráis a pensarlo. Pues como una mierda, como me voy a sentir. Se que son niñas, pero ya ocurrió un incidente parecido con mi teléfono móvil, y no me puedo creer que después de montarles un bronca impresionante lo hayan vuelto a hacer. Es una sensación de falta de respeto y desautorización máxima.

         Y es que ser au pair es muy duro. Desde que estoy aquí he oído cosas increíbles, de esas que dices "Eso yo no lo aguanto, cojo las maletas y me voy". Pero realmente... (a menos que seáis au pairs), ¿vosotr@s que sabéis? Hay que verse en la situación. Por ejemplo, V. me contó el otro día que su jefa le había montado un pollo impresionante por haber echado dos cucharadas grandes de colacao al niño en vez de tres pequeñas. Lógica not found.

         Peor fue lo de L. La tuvieron varias semanas pagándole de menos por dos incidentes. Primero, metió unos pantalones, que eran de lavado a mano (pero que estaban en la cesta de la ropa sucia) a la lavadora. A los pantalones, que supuestamente valen 200 libras, no les pasó nada, pero su jefa lo vio motivo suficiente para echarle la bronca. Pocos días después el coche apareció con un golpe, y aunque mi amiga au pair asegura que ella no fue, decidieron rebajarle el sueldo. Ridículo. Una familia tiene que asumir que no vas a saber absolutamente todo sobre todo en dos días, y que meterás la pata, y que habrá accidentes e incidentes, y que eres human@.

         Pero aun peor lo está pasando mi querida R.M. Después de un año con su familia, tratando a los pequeños como si fuesen los suyos propios, aguantando a una jefa que se denomina a si misma "princesa india" (así que ya os podéis imaginar el resto), ha decidió que no aguanta ni un minuto más y se marcha. El detonante fue que el otro día se puso a planchar mientras los niños veían la televisión, y cuando su jefa entró en el salón la llamó de todo porque los niños se podían quemar con la plancha... ¿Cómo cree esta mujer que planchan todas las madres del planeta? ¿Creerá que encierran a sus hijos en una mazmorra o algo así? Pero la gota que al parecer colmó el vaso fue que su jefa sacó el móvil y le sacó una foto para que "su marido viese lo que pasa en esa casa". Crazy bitch!

         Por si esto no os parece poco, la situación más extrema no es ninguna de estas. Era la de S., que afortunadamente escapó de su familia hace tiempo. Cobraba 30 libras a la semana, la habían prometido que podría usar el coche pero la ponían excusas absurdas cada vez que pedía utilizarlo, la robaban sus cosas (como unas pinzas de depilar las cejas, que mágicamente desaparecieron) y la dejaban a la niña mientras se iban de fiesta sin ni siquiera avisarle ni pedírselo. Y cuando ya se cansó y les mandó a la mierda, todavía la dijeron que a ver donde iba a encontrar una familia que la tratase mejor que ellos. ¿La guinda? Su jefa había sido au pair previamente, y según ella, quería que su au pair estuviese a gusto porque a ella le habían tocado muy malas familias. La gente está fatal.

         Hay muchas cosas más, conozco a una chica a la que le cerraban con llave la cocina para que no cogiese comida, y otra a la que el día antes del examen del FIRST le dijeron que no podía ir al examen porque les había urgido trabajo repentinamente (finalmente se arregló y pudo ir). Yo me pregunto que tiene esta gente (las familias) en la cabeza. Yo siempre he pensado que me gustaría tener una au pair, pero, ¿me convertiré en una loca sin nada parecido a un mínimo de sentido común si lo hago? Porque a veces os juro que esa parece ser la tónica general: Entiendo que tantos meses de convivencia tienen que derivar en algún conflicto, pero de ahí a la falta de espeto y al hecho de que a veces nos tratan como un objeto que debe estar a su disposición las 24 horas del día en vez de como a una persona hay un gran salto. Cuando sea jefa en vez de au pair escribiré otro blog, pues a lo mejor también hay que oír las otras partes de las historias.

         Pero volviendo al principio, he pensado un castigo, o mejor dicho, una amenaza de castigo para L. He pensado que cuando vaya mañana al colegio voy a llevar un cartel que diga "I am a disgusting girl. I use the others' toothbrush and that's revolting". Es un poco fuerte ya lo se. Pero voy a sacar el cartel y la voy a decir que si lo vuelve a hacer voy a obligarla a llevar ese cartel todo el camino de vuelta a casa, y a pararse delante de cada persona que nos encontremos para que le cuente lo que ha hecho. Y por supuesto la voy a obligar a contarle ella misma a su madre por la noche lo que ha pasado. ¿Creéis que la traumatizaré lo suficiente como para que no lo vuelva a hacer? Espero que si.


         Os dejo, voy a pasarme el día haciéndome a la idea de que mañana me tengo que enfrentar a otra semana. Chau!

miércoles, 12 de junio de 2013

He matado al dragón

¡Estoy de vuelta!

La verdad es que no deberíais leerme, ¡no me lo merezco! He dejado de lado el blog y no tengo ninguna excusa que poneros aparte de no haber tenido ningún tema interesante del que hablaros. Cuando no tienes nada de lo que quejarte... ¿de qué hablas? Y desgraciadamente para el blog he estado muy a gusto. O todo lo a gusto que se puede estar siendo au pair, en cualquier caso.

         Pero volvamos al tema de la entrada. Que he matado al dragón. Si por dragón entendemos el examen de FCE y por matar... En realidad simplemente me he presentado y lo he hecho lo mejor que he podido y sabido, así que hasta finales de julio no sabré si lo he matado (lo he aprobado) o me  va a seguir dando guerra. Pero fuera como fuese ya está hecho, y la sensación de liberación que te da quitarte un examen importante de encima es gloriosa.

         Os quiero contar como he vivido la experiencia por si os pudiese ser de ayuda algún día. Lo primero que tuve fue el speaking el sábado pasado. Me parece que está muy bien tener esta parte un día diferente del resto porque vas mucho más despejada, y además es un ratín de nada. Mis consejos para esta parte, la noche antes prepararos el bolso, mochila o llámalo x con un botellín de agua (me di cuenta de que no tenía antes de entrar al examen, con un reseco inmenso por los nervios), un ibuprofeno o lo que toméis para el dolor de cabeza (por si os da dolor por los nervios), el pasaporte (mejor que el DNI), la hoja de confirmación del examen  y la autorización para que os tomen una foto, ambos os lo envían por correo electrónico. Un lápiz y un boli, que aunque en esta parte no os hacen falta, nunca están de más. Cuando llegáis al centro os cogen la autorización para la foto, comprueban con el pasaporte que sois vosotros y os hacen la susodicha foto, y os pasan a una sala a esperar. Se puede escoger con quien quieres ir de pareja, aunque puede que tengáis diferentes horas asignadas, simplemente id ambos a la hora más temprana y cuando llamen a uno, decid que lo queréis hacer juntos y ya está. Llamaron a 6 personas, yo incluida, y nos metieron en una sala, donde nos pidieron que anotásemos la dirección a la que nos gustaría que nos mandasen el certificado y nos dieron nuestra hoja de calificaciones. Finalmente nos llevaron a cada pareja a la sala donde se realiza el examen.

         Hay dos personas en la sala, una que hace las preguntas y da las instrucciones y otra que hace anotaciones. Primero se presentan, te preguntan tu nombre y te piden que les des la hoja de calificaciones. Y ya empieza la prueba. La primera parte son simplemente preguntas sobre ti y tu vida, de dónde eres, que haces en Cambridge, que es lo que más te gusta de vivir aquí, que echas de menos de España... Respuestas concisas, porque a mi me dio la sensación de que no llevaba ni 5 palabras y la mujer ya me estaba cortando. Después a cada una nos presentaron un par de fotos, las cuales hay que describir muy brevemente y comparar. Las mías eran sobre personas escribiendo en diferentes situaciones, un marrón vaya. Cuando uno acaba de exponer, el examinador le hace una pregunta sobre las fotografías a la otra persona. Después, nos presentaron una lámina con ilustraciones sobre diferentes problemas de la vida (alguien que esta siendo robado, una chica que llega tarde, un chico con el ordenador roto...). Teníamos que ponernos de acuerdo sobre la mejor manera de solucionar esos problemas y cuales eran los dos problemas más sencillos de solucionar. De nuevo, nos cortó a mitad y me quedé con sensación de que no habíamos acabado el ejercicio. Por último, hacen preguntas variadas, a mi me tocó la perla de "¿Qué crees que pueden hacer los políticos por mejorar la vida de las personas?". En fin, hay que salir del paso lo mejor que se pueda. Y ya está, se acaba la prueba. No me parece que con esa chuminada nadie pueda saber el nivel de inglés que tienes pero es lo que hay y es a lo que hay que enfrentarse. Aunque se que cometí errores y que no partí la pana, salí con buena sensación. Mis consejos son respirar hondo, hablar con calma y despacio, ir arreglado/a (aunque parezca una tontería importa, puede decidir una décima arriba o abajo) y tener siempre en mente que es sólo un examen y que si suspendes no se acaba el mundo.

         Aquí os dejo un par de videos de speakings que os pueden ayudar a haceros una idea de cómo es el examen:


         Y ayer tuve el resto del First, desde las 9 de la mañana hasta las 15,40 de la tarde (con dos horas para comer). Lo mismo, preparad la noche antes lo que necesitéis. Yo iba convencida de que había que hacerlo todo a boli y es casi todo a lápiz, así que llevad un par de bolis azules, un par de lápices y una goma. No se puede usar tipex. Id al menos 15 minutos antes, ya que en la entrada tienen que comprobar con el pasaporte que sois vosotros (poco más y te hacen dar tus huellas dactilares y firmar con tu sangre) y haced una visita al baño antes de empezar porque vais a estar dos horas y media haciendo las dos primeras partes. Cuando entras a hacer el examen las mesas ya están asignadas (tienes un número de candidato que aparece en tu hoja de confirmación). Lo primero es el reading, que no me pareció muy difícil, y de seguido el writing, que tampoco tenía temas muy complicados. Hay un descanso y luego el “use of english”, que de nuevo me pareció más sencillo que las pruebas sobre esta parte que he venido haciendo (la parte 1 si que me pareció un poco complicada). Después tuvimos el descanso para comer, y por fin vino donde la matan: el listening. Yo iba más o menos segura de esta parte, pero madre de Dios. Al principio ponen la introducción del test para asegurarse de que se oye bien todo y dan a la gente la oportunidad de cambiarse de mesa y ponerse más cerca de los altavoces. Aprvechad y cambiaros si no estáis cerca, porque yo entendí perfectamente la introducción y luego del listening no pillé nada, fue la peor parte con diferencia. Pero en general salí contenta. Ahora toca esperar el poco razonable periodo de tiempo de 6 semanas para las notas.

         Más novedades sobre mi, ya tengo el billete para volver a España, la fecha se ha fijado, ya no hay vuelta atrás. El 9 de julio estaré rumbo a mi casa, a la buena comida, a echarme mis risas con mis amigos, a los besos y abrazos que más me gustan... y espero que al sol. Que rápido ha pasado todo y que lento al mismo tiempo. No puedo creerme que lleve aquí 9 meses (¡9 MESES!) y recuerdo que no creí que aguantara ni dos semanas. La de cosas que han pasado... pero en fin, para aquí Itziar, no te estás despidiendo aun, ese momento ya vendrá.

            Una última noticia, sé que había gente interesada en ponerse en contacto con mi familia cuando yo terminase, pero me temo que ya han encontrado a alguien para sustituirme. La persona que se va a quedar cuando yo me vaya ya está en Cambridge, así que fue muy conveniente para mi jefa y para los abuelos poder hablar con ella cara a cara y conocerla. Ya lo siento, la verdad, ojalá pudiese daros trabajo a todos y todas pero hay mucha gente interesada y mi familia sólo es una… Pero intentaré volver a actualizar mi sección de ofertas de trabajo, así que seguid atentos.

            Y por ahora ya me despido, ¡sed buenos corazones!

viernes, 29 de marzo de 2013

Esto no funciona

Yes, I know. Naughty girl! Sé que últimamente no estoy muy pendiente del blog, pero no se si será este horrible tiempo que me deprime o que tengo algo menos de tiempo estos días que no encuentro la inspiración para escribir. Y para decir chorradas... ¡mejor no escribo! Y como se nota que cuando no quieres y mimas algo esto se deteriora, que las visitas en mi blog han decaído bastante, así que quiero ponerme las pilas de nuevo.

Por favor, no os asustéis con el título. Sigo "estupendiosamente" con la familia, a pesar de todo lo que les está pasando (que no puedo contar, aunque de para un guión de culebrón, por su propia privacidad y seguridad). Sin embargo, he observado con alarma que la mayoría de los au pairs españoles que conozco han tenido o tienen algún problema serio con la familia, que conlleva una mala relación con la misma o el abandono del trabajo. No estoy exagerando. Si conozco unos 20 au pairs españoles, más de la mitad han cambiado de familia o simplemente roto la relación con la misma para buscar otro trabajo o volverse a España bastante antes de lo que esperaban, o tienen algún problema serio con ellos que afecta a la relación y les hace no estar a gusto. Pero, ¿qué es lo que hace a esta experiencia tan complicada? ¿Y por qué parece que nos afecta a los españoles más?

Yo no soy socióloga, pero dado que un poco sé del mundo auperil y que he podido vivir en mis carnes el fracaso con una relación y estoy en contacto con muchos otros que les ha pasado lo mismo, voy a intentar analizar algunas de las posibles causas que se me ocurren para que los futuros au pairs vengan preparados para lo que pueda ser.

Razón nº1: Desilusión: Las páginas web y agencias no ayudan mucho en este asunto, por no decir que son el principal problema. Nos presentan la experiencia au pair como una familia que nos va a recibir como si fuésemos su hija perdida, cuando muchas familias lo que quieren es que vayas, trabajes y, aunque te relaciones con ellos hasta cierto punto, les dejes disfrutar de su escaso tiempo libre en paz y seas independiente, vaya, que no supongas ninguna carga ni molestia extra que suficiente tienen con aguantar a sus hijos. Pero esto funciona también en el sentido opuesto. Una au pair con cierta experiencia o muy desenvuelta que quiere ir, trabajar, y luego hacerse su vida se puede encontrar con que, si la familia es novata, esta espere que de la noche a la mañana la susodicha au pair se haga intimísima amiga de sus hijos y una cómplice de los padres, que les lea la mente y sepa cuando están de humor para tenerla alrededor y sentirse como que están contribuyendo y cuando están cansados y quieren que les dejen en paz. Como en muchas cosas en la vida, la clave está en el equilibrio, pero está claro que para que funcione ambas partes tienen que ser equilibradas. A veces hay que socializar aunque lo que te apetezca sea meterte un rato en el cuarto o echar una mano extra para ser amable, y a veces hay que respetar el espacio de otros. Como se trata de una cuestión de intuición y tolerancia, que no todos tenemos, pues es complicado.

Razón nº2: Sobrecarga de trabajo: Muchas familias quieren una cocinera (barra) cuidadora (barra) educadora (barra) psicóloga (barra) chacha, y encima que todo quede perfecto. Y si, es verdad que nos dan alojamiento y comida, que si tuviésemos que pagar por nuestra cuenta sería un buen pico, pero eso no les da derecho a convertirnos en un 24 horas. ¿Cual es la solución? Dejar cristalino cuales van a ser tus tareas antes de llegar con la familia, y suponerte siempre que te vas a acabar haciendo un 10% más. ¿Te sigue pareciendo razonable? Entonces adelante. Si ya has llegado al punto en el que estás haciendo de más y te estás quemando porque te parece injusto, sólo queda por delante la desagradable tarea de hablar con los hosts. Yo ya le he recomendado a un par de personas que si no se ven con el valor o si creen que se trabarán mucho con el inglés y no acabarán expresando lo que querían, escriban una carta. Aquí todos son de decirse las cosas mucho más indirectamente, así que no les chocará tanto. Obviamente, habría que poner en la carta que estás dispuesta a hablar con ellos cara a cara pero que crees que por escrito te expresarán más claramente.

Razón nº3: Pueblo fantasma: Hay que sacarse de la cabeza que esto es como España o que Inglaterra es Londres. El resto de Inglaterra es aburrido, mucho más en invierno. Si eres de las que la casa se te cae encima, mejor que escojas como destino ciudades con cierto volumen de población, con tiendas, cines, restaurantes.... No te dejes engañar por el encanto y la belleza de los pueblos: acaban convirtiéndose en una jaula de oro. Los pueblos no están muy bien comunicados con trasporte público, y los que si lo están lo están sólo hasta horas muy limitadas

Razón nº4. ¿Ser español?: Si y no. Es obvio que si conozco bastante más gente española que de otras nacionalidades, conoceré más gente española que haya dejado a su familia, pero es que sólo conozco UNA persona no española que le haya ido mal con la familia, así que es alarmante. Sin embargo creo que hay ciertas explicaciones a este curioso fenómeno. Una de ellas es que venimos, de media, con más edad que las personas de otras nacionalidades, y muchos ya tenemos una carrera, por lo que somos quizá un pelín orgullosos y aguantamos menos las tonterías, lo cual no creo que sea algo malo ni mucho menos, es positivo que nos demos cuenta de cuando nos están explotando. Por otra parte creo que la cultura de los países mediterráneos es mucho más diferente que el resto de las culturas europeas, que encuentran más similitudes. Otra punto en contra es que solemos llegar con un nivel de inglés más bajo, y cuando estamos descontentos nos cuesta más expresarnos, explicarnos, y nos frustramos. Por último, estamos menos acostumbrados a este estilo de vida, estos horarios y este clima y creo que eso tiende a mantenernos más deprimidos, sobre todo en estas fechas.

Pero, ya resumiendo, sean cual sean las razones, a las ya au pairs que se enfrentan a esta situación os digo que no cunda el pánico, que buscar otra familia no es tan traumático. Y a las novatillas que están buscando, que sepáis que hay que, sin ser pesimistas y con la idea en mente de que lo más probable es que todo vaya bien, estar al mismo tiempo preparadas psicológicamente para lo que pueda ocurrir.

Mis novedades sobre la familia son las que siguen: mi jefa se volvió a poner malísima, la volvieron a llevar al hospital y la operaron de nuevo, por lo que tengo de nuevo a las niñas aquí, "alegrándome la vida" si me permitís la ironía. Los abuelos siguen siendo igual de cañeros y cada día les tengo más aprecio. Y acaban de empezar las vacaciones de Easter, por lo que me quiero cortar las venas. Pero bueno, intento focalizar mi mente en que en 10 días estoy camino de casa, que aun no concibo que vaya camino de tres meses que no piso suelo español. Os dejo ya corazones, ¡que disfrutéis de finde!

sábado, 16 de marzo de 2013

Cambidge, más que la Universidad

Hola chatos y chatas,


Se que os he tenido bastante abandonados, la verdad es que no me creo que haga tres semanas que no actualizo. ¡El tiempo está pasando tan rápido...! He tenido un par de semanas muy "busy". Primero, como bien sabéis, tuve la visita de mi J., que se plantó en Londres con todo esto para mi gran dicha:


La comida española se echa en falta

A Dios pongo por testigo de que yo sólo le pedí un par de paquetes de café. Además me trajo regalitos (entre ellos una cosa interesantísima relacionada con cómo entretener a las niñas que espero poder comentar en el próximo post), ya que el domingo día 3 me planté en los 26 tacos. Para mi ya era suficiente regalo poder pasar el día de mi cumpleaños con una de las personas más importantes de mi vida, que los que estamos lejos de casa sabemos que eso es un privilegio. Y después he tenido aquí a los monstruitos toda esta última semana porque la madre está de viaje, pero si os soy sincera no me apetece habar mucho del tema así que lo dejo para la siguiente entrada.

Los 9 días que J. estuvo, que pueden parecer un tiempo más que considerable, a mi me supieron a poco. Pasamos el fin de semana en Londres y luego volvimos a Cambridge, ya que yo tenía que currar. Y después de dos meses trabajando sin incidentes, va una de mis niñas y se cae (mientras hacía el tonto, por supuesto) y se hace un esguince. Maldita ley de Murphy.

Pero en fin, disfrutamos todo lo que pudimos. J. y yo ya habíamos estado en Cambridge un fin de semana la vez que me visitó estando con la otra familia y decidimos que no era una cuidad demasiado interesante. Pero ahora que vivo aquí también es verdad que me he enterado de muchas cosas que antes no sabía, así que os daré una miniguía de que hacer en Cambridge. Si sois au pairs en Inglaterra y queréis visitar otras ciudades a parte de la vuestra, o vais a viajar a este humilde y frió país pero no queréis ir a Londres para variar, os puede servir. Cambridge no tiene más que para un fin de semana, o tres día como mucho, y es mejor visitarlo en épocas de cálidas y agradables temperaturas. Como todos los sitios, pensareis, pero Cambridge aun más, porque parte de su atractivo es el río Cam, y os moriréis de frío cerca del río. Dicho esto, vamos allá:

Qué ver en la ciudad: 

Los colleges: A cualquiera que le preguntes te dirá que esto es lo principal. Son bonitos, sí, pero también cuesta dinero entrar. El King's College probablemente sea uno de los más espectaculares por fuera, pero entrar a ver la capilla (que al parecer es preciosa, yo no he entrado) y el college cuesta 8 libras. Otra manera de algunos colleges es contratando una visita guiada. J. y yo nos encontramos por casualidad una visita guiada por 6 libras y entramos en tres colleges, pero organizaban estas visitas por ser el aniversario de la construcción de la iglesia que las ofertaba. Lo mejor, ir a la oficina de información turística (en Peas Hill) e informarse. También puedes hacerte pasar por estudiante en los que no tienen guardia en la puerta y simplemente entrar. Por último, se puede hacer "punt", un paseo en barca por el río (los precios varían según el número de personas que seais y la compañía) que te enseña el back de los college. Dando un paseo por la rivera del río encontraras puntos de alquiler de barcas. Hay 31 colleges, algunos de los más famosos son el King's College por lo hermoso que es y el Trinity College por haber tenido de estudiantes a personajes tan eminentes como Newton o Francis Bacon. Nota: Si vais por detrás del King's College, podeis atravesar el Clare College y acceder a su preciso puente y a un paseo con una vista muy hermosa del back del College.


King's College

Fitzwilliam Museum: (Trumpington Street) Perteneciente a la Universidad de Cambridge y ubicado en un precioso edificio neoclásico, este museo es un pequeño "British Museum" en pleno Cambridge. En 1816 el vizconde Fitzwilliam of Merrion legó a la Universidad de Cambridge su colección de arte y dinero suficiente para construir la sede el museo, que abrió sus puertas en 1848. Tiene una amplia colección de pinturas de varias épocas, arte y objetos de Asia, Grecia clásica, Roma, Oriente, Egipto... Y lo mejor de todo... It's free!

File:FitzwilliamMuseum.jpg
Fitzwilliam Museum


Corpus Clock
Jardín botánico: En honor a la verdad aun no he estado, pero me encantan los jardines botánicos y está en mi lista de pendientes. Se abre en 1846 y es uno de los jardines botánicos mejor valorados.   


Corpus clock: Este engendro está situado en la fachada de la biblioteca Taylor del Corpus Cristi College y costó un millón de libras. Fue inaugurado en 2008 por Stephen Hawking y en su construcción estuvieron involucradas 200 personas entre ingenieros, joyeros, calígrafos, escultores y científicos. Al parecer no es exacto más que una vez cada 5 minutos (es decir, que como reloj no vale mucha cosa) y pretende representar la irregularidad de la vida. Una curiosidad que ver en las calles de Cambridge. 





mathematicalbridge
Mathematical Bridge

Mathematical Bridge: Cuenta la leyenda que Newton lo construyó sin necesidad de tuercas ni sujeción de ningún tipo, pero que tiempo después fue desmontado para estudiarlo y a la hora de reconstruirlo, no se supo como y se reconstruyó con tuercas y tornillos. Como buena leyenda, el falsa. Se construyó en 1749 y lo diseño William Etheridge (con sus respectivas tuercas y tornillos). Os adelanto que no se puede transitar por él, pero podeis contemplarlo desde Silver Street Bridge.




The Eagle: Es uno de los pubs más antiguos de Cambridge y te puedes comer una buen plato de "fish and chips" por un precio muy razonable. Pero el auténtico atractivo del lugar es que un día tal como el 28 de febrero de 1953 Fracis Crick irrumpía a la hora del lunch para anunciar que él y Watson habían descubierto "el secreto de la vida", la estructura en hélice del ADN. Otra curiosidad sobre el pub es que está cubierto de pintadas de los pilotos del RAF de la II GM.

Market Square: No va a faltar una plaza el mercado en una ciudad como Cambridge. No es muy grande, pero te puedes dar un paseo, comprarte algún recuerdo, comerte un waffle belga (que los recomiendo encarecidamente) y empaparte del ambiente.



Market Square

Museos variados: El Whipple de Historia de la Ciencia, el de la Tecnología, o el de Arqueología Clásica.


Pues hasta aquí llega mi sabiduría. Seguro que me dejo cosas interesantes fuera que no conozco o que para mi criterio no valen tanto la pena. Otra cosa a destacar de Cambridge son sus parques, y si venís y hace bueno, no dejéis pasar la oportunidad de dar un paseo por la orilla del río atravesando Midsummer Common (un parque) y comprar unos sandwiches para comerlos sentados en la mullida y espesa hierba.  Espero que esta super entrada con fotos haga que me perdonéis por haber estado tanto sin actualizar. Besitos!

P.D.: Cotilleo: La otra familia (por fin) tiene nueva au pair. ¿Me pondré en contacto con ella para advertirla de dónde se está metiendo o la dejaré que lo descubra sola? Es broma, les deseo lo mejor, era sólo por cotillear un poco ;)


sábado, 23 de febrero de 2013

El inglés: Ese enemigo a vencer

Hey folks!

¿Disfrutando del finde? Hacéis bien. Yo estoy enclaustrada en casa, ahorrando para la visita de J. que cada vez está más cerca, ¡yupi! Pero hoy no os vengo a hablar de visitas ni de fines de semana. Os vengo a hablar de la razón por la que el 99% de los españoles venimos aquí: aprender inglés. Así que una vez que estás aquí, parece absolutamente imprescindible ir a unas clases de inglés y volverse a España ondeando un título que pruebe que si, que vinimos, vimos y algo aprendimos. Pero, ¿es realmente tan imprescindible?

Por desgracia, en España tenemos el mal de la titulitis: los empleadores prefieren alguien que les ponga un FIRST delante de las narices, aunque jamás haya salido de su casa, que alguien que les demuestre que vivió en un país anglosajón pero que, por lo que fuese, no tiene nada que certifique su nivel de inglés. Así que nos sentimos en la obligación de asistir a clases de inglés, porque si no, no estamos aprendiendo nada.

Yo fui la primera que se sintió así, pero después de casi 5 meses en Inglaterra me doy cuenta de que vale más invertir tu tiempo aquí en relacionarte con gente no española (si puede ser con ingleses mejor que mejor), en ver la televisión inglesa, en leer libros en inglés y, en general, intentar formar parte de la cultura. Porque clases de inglés las puedes da en España, con profesores nativos y por menos dinero, lo que no puedes hacer en España es salir a tomar un café con un grupo de no hispanohablantes, hacerte una cuenta bancaria inglesa, encender la tele y ponerte la BBC. Así que menos cursos de inglés y más vivir la experiencia. Que vale, que hacer un curso de inglés está muy bien, pero por dar un curso de inglés no vas a aprender mágicamente el idioma, es el defenderte en las cosas del día a día  en tener conversaciones en inglés, en oír la radio y ver la televisión, lo que te va a dar el nivel.

Durante mi estancia aquí he ido recopilando, más porque la gente me lo haya ido diciendo que porque yo haya buscado mucho, una serie de recursos que nos pueden hacer la labor de aprender inglés más fácil y son gratis. Os los muestro a continuación:


  • Lee y ve la televisión en inglés: Para mi esto es lo esencial. Yo más que la televisión británica, prefiero ver mis series y mis películas en inglés en el ordenador. Ir al cine también ayuda, aunque con lo que cuesta no está la cosa como para ir todas las semanas. Haz el carné de la biblioteca y lee. Yo empecé leyendo literatura juvenil (Harry Potter, Los juegos del hambre, Crepúsculo... esa clase de libros) y ahora he pasado a libros cortos de adultos. El "truco" está en NO buscar cada palabra que no sepas, porque entonces no avanzas y te acabas desmotivando. La radio también ayuda a hacer oído.
  • Intercambio de idioma: http://www.conversationexchange.com/ Encontrar nativos ingleses con los que relacionarse puede estar difícil, esta página web te da la oportunidad de encontrar personas que quieran practicar español, para que tu puedas practicar inglés con ellos. Obviamente en Cambidge hay muchísima más gente española registrada que ingleses, pero con un poco de perseverancia y paciencia se puede encontrar un partner.
  • Friends International: http://www.friendsinternational.org.uk/  Es una especie de organización que organiza eventos gratuitos en cafeterías y centros para que personas de todas las nacionalidades vayan y se relacionen. He de reconocer que aun no pude ir nunca a ninguno de sus eventos, que me quedan bastante lejos de casa, pero la teoría parece interesante.
  • Cursos gratis de inglés: En Cambridge hay varios, en el Regional College se imparten de 2 a 4 y de 6 a 8, también hay cursos gratuitos en el Anglia Ruskin y en la academia Bell. 
  • Facebook: Simplemente, busca el grupo de au pairs de tu ciudad y pregunta quien se apunta a tomar un café. Más fácil imposible.


Así que ya veis, hay más mundo además de las academias de inglés, que te costarán un riñón.  Para mi desgracia, a mi no me viene bien ningún horario de los cursos gratis, así que descartados. El Regional College tiene cursos de pago a muy buen precio, pero ya no tenían plazas, así que nada tampoco. Ya me había dado por vencida y, como os digo, asumí que dar clases de inglés no es lo prioritario. Pero finalmente nos hemos juntado un grupillo y vamos a dar clases con una profesora particular. La verdad es que ya lo hago más por ocupar en algo el tiempo de las mañanas que por el hecho de mejorar el inglés, pero también es verdad que si tu intención es volver con alguna certificación, dar alguna clase para prepararte el examen es lo más lógico. 

Y aquí lo dejo. Yo voy a seguir con mi sábado perruno, y dentro de un rato traen a las niñas, que se están quedando aquí el fin de semana, así que se me acaba la paz y la tranquilidad. Un besito pocholos y pocholas.

sábado, 16 de febrero de 2013

Oda a mi blog

Si cariños míos, soy tan egocéntrica como para dedicarle una entrada a mi blog. Y es que hace un par de días superé la barrera de las 10.000 visitas y, para que negarlo, me hace sentir orgullosa. Y si celebré las mil, pues más celebraré las diez mil. Esperemos que algún día celebre las cien mil y, por qué no soñar, el millón.

Ni siquiera recuerdo como se me ocurrió empezar con el blog. Se que, tiempo antes de que ser au pair se me cruzara por la mente y cambiase mi vida por completo, ya me lo había planteado alguna vez, pero nunca encontré ningún tema interesante sobre el que hablar. Y de repente, puff, estoy echando a andar un blog y metiéndome en este "lío" tremendo.

Cuando empecé, he de reconocer que estaba segura de que esta es una de esas cosas que empiezas con mucho ímpetu e ilusión, pero que por falta de motivación o tiempo acabaría olvidando pronto. Mi blog acabaría en el cementerio de los blogs olvidados. Pero no. El blog se convirtió en mi vía de escape, en mi forma de expresarme, de conocer personas maravillosas y de compartir experiencias. Así que no sólo no lo dejé de lado, sino que es mi pequeño bebé, con el que disfruto invirtiendo mi tiempo y mi energía.

Hace poco una amiga me preguntó "¿Pero de tanto te sirve el blog?". Uff, si, vaya que si me sirve. Fue a una de las cosas que me agarré cuando estuve tan mal con mi anterior familia, es lo que me mantiene conectada con la realidad y me da perspectiva. Por no hablar de la satisfacción y a subida de autoestima que supone que alguien te diga que le encanta lo que escribes o que le has ayudado en lo que sea. Siempre me ha gustado mucho la literatura y, en consecuencia, escribir. Se que no tengo mucho talento, pero precisamente por eso creo que me apasiona tanto escribir aquí, porque no se trata tanto de hacerlo bien o mal, sino de ser sincera y contarle al mundo lo que estás viviendo y sintiendo. Y nada más. Y vivencias y sentimientos es lo que me sale por las orejas, así que escribo. Más para mi misma que para los demás, pero si encima he conseguido llegar a un puñado de personas y hacerme un huequito en su corazón, pues aun mejor.

Así que MUCHAS GRACIAS. No dejéis de pasaros por aquí, de comentarme, de preguntarme, de sugerirme, porque lo que mantiene vivo el blog sois vosotr@s, las personas que me leeis. Y me gustaría aprovechar esta entrada para pediros que me comentéis todas las cosas que os gustaría ver en el blog y no están, todo lo que creéis que le daría más calidad. ¿Fotos? (si, ya me lo han dicho varias personas) ¿Menos texto? ¿Más texto? ¿Hablar más sobre mis vivencias?¿Más entradas útiles? Lo que sea, no seáis tímidos. No prometo que vaya a introducir todas las sugerencias, pero sí que las consideraré todas

Y para acabar os actualizo un poco acerca de la situación en la casa. El martes y el miércoles estuve todo el santo día con las niñas, menos mal que surgieron planes y estuvieron todo el día entretenidas. El miércoles le dieron el alta a la madre, y yo pasé la noche en el sofá para asegurarme de que todo iba bien. El jueves por la mañana llegaron los abuelos y los pobres, después de un viaje de vetetuasabercuantas horas de vuelta, se ocuparon de todo como unos campeones, fueron a buscar a madre y niñas y se las trajeron para acá, así que tengo la locura en casa. Y poco más, ahora mismo me voy de aquí porque no aguanto escuchar a las niñas ni un segundo más, y después de una semana sin ir a absolutamente ningún lado me marcho a comer con una amiga y a tomar un café por ahí, y de vuelta para hacer babysitting. Y mañana a Londres. Y por fin el lunes se acaba esta pesadilla siniestra a la que aquí llaman half term y las niñas vuelven al colegio, demos gracias al señor. ¡Ah! Y ya tengo los billetes para marchar una semana en Semana Santa.

¡Disfrutad a tope el fin de semana!

jueves, 14 de febrero de 2013

Estos lazos que nos unen

Hola mis queridos/as lectores/as:


Desde que empecé a escribir el blog me habéis preguntado muchas cosas, pero una de las más recurrentes es cómo se lleva esta experiencia con pareja. Mi respuesta es siempre la misma: mal. Es obvio que si quieres a tu novio/a irte 3, 6, 9 o los meses que sean a cientos de kilómetros de el/ella no es ninguna fiesta. Y aunque las nuevas tecnologías ayudan, por una parte no sólo no tiene nada que ver un frío skype con esa sensación de que el mundo es como debe ser cuando te tiene entre sus brazos, sino que además pueden llegar a convertirse en un problema. Qué no está conectado a la hora que debería, que cuando él puede tu aun estás trabajando, que cuando tu puedes él ya está durmiendo, que si vio mi whatsapp pero no me contestó, que...

Que quede clara una cosa. Yo no estoy diciendo que si te vienes dejando a tu pareja en casa no vayas a disfrutar de lo que el nuevo país tenga para ofrecerte, no vas a estar llorando por las esquinas. Sólo que no es plato de gusto estar lejos de la persona a la que quieres. Pero estar aquí también tiene sus ventajas en relación a la pareja, y es que puede que os veáis menos, pero cada vez que os veáis será una pequeña luna de miel, y si os parecéis a mi, os encantará poderle enseñar este extraño mundo auperil, que es nuestro mundo ahora al fin y al cabo. Y además es una buena prueba de fuego: si este tiempo separados no acaba con la relación, no sólo pocas cosas podrían hacerlo, si no que va a salir muy fortalecida.

Lo que yo considero que son las tres claves esenciales para sobrevivir a esto con pareja son amor (obvio), confianza y respeto. La confianza es básica, porque si vas a estar aquí vigilando todos sus pasos en España y rallándote con que qué estará haciendo a cada momento, ni vas a disfrutar tu ni le vas a dejar vivir a él (o ella). Os diría que si no hay confianza ni os molestéis en venir de au pair, pero aun más, si no hay confianza, o empezáis a cambiar la dinámica o mejor dejarlo. Y el respeto, pues lo mismo. La conciencia de cada uno sabrá lo que es una conversación o un baile inocente y lo que es empezar a jugar con fuego. Mi máxima es "no hagas lo que no consentirías que te hiciesen a ti". Creo que es una manera muy karmica y justa de ver la relación.

Un cosa que me parece muy importante es intentar recordar que si, que aunque eres tú la que estás aquí "pasándolo mal" (al menos al principio), tu pareja también está lejos de ti y también está sufriendo. Así que no te olvides de sus sentimientos. Las primeras semanas, que lo pasé muy mal, siempre lo hablaba y me quejaba con J., y él aguantó estoicamente. Hasta que un día me preguntó como me creía que se sentía él, oyéndome cada día sufrir y no pudiendo hacer nada por impedirlo, que si no me daba cuenta de que el sufría también. Y si, hasta que me lo dijo no me había parado a pensarlo, pero es que se queda sufre nuestras penas también, así que hay que tenerlo en consideración.

Yo os diría que tener pareja no debería ser un motivo por el que no venir a hacer esto, y si lo es... es que ahí hay un problema.

Y, como no puede ser de otra manera, voy a acabar con lo siguiente: J., eres quien más me ha apoyado en esta aventura y los mejores momentos de la misma son los que comparto contigo. Me haces más valiente, más considerada con los demás, más alegre, más optimista. No me consientes que me regodee en mis desgracias y me ayudas a buscar soluciones constructivas  Si, tener pareja hace que esto a veces sea un sufrimiento, pero no cambiaría vivir esta experiencia de esta manera, básicamente porque sin tí a mi lado haciéndome creer que puedo no hubiera sido capaz de plantarme aquí. No eres la fuerza que me retiene, sino la que me empuja a descubrir experiencias y a ser mejor persona, a no conformarme, a elevarme aun por encima de mis propias capacidades. No veo el momento de que llegue el 1 de marzo y el mundo vuelva a ser como debe...

¡Feliz San Valentin a tod@s!

lunes, 11 de febrero de 2013

Alicia en el país de las maravillas

Dios, ¡estaba deseando tener un motivo para utilizar ese título! Y es que si hace un tiempo os conté las rarezas y pecados de estos pequeños y extraños amiguitos ingleses (malos trasportes públicos, peor conducción, poca iluminación de las calles, etc.), ahora creo que estoy lo suficientemente a gusto en este país como para hacer una recopilación de las pequeñas maravillas que me he ido encontrando y que sin duda echaré un poco de menos cuando vuelva a España (aunque con una caña y una tapita de jamón seguro que se me pasa la tontería). Vamos allá.

El auténtico país de las maravillas: O de las chorraditas, como digo yo. Aquí puedes encontrar absolutamente cualquier cosa que busques, e incluso puedes encontrar cosas que no sabías que querías hasta que las viste, porque a lo mejor no sabías ni que existían. Les encantan las postales, mandan postales para absolutamente todo, y en cada calle hay mínimo un par de tiendas dedicadas exclusivamente a la venta de postales. Casi todo es, en general, bastante más caro que en España, pero sin embargo aquí existen las "tiendas a 1 pound", que se ríen de nuestros "todo a cien". En las tiendas de todo a un pound puedes comprar desde comida, hasta champús, gel de baño, utensilios de cocina, libros, dvds, material de papelería... Todo de buenas marcas (marcas conocidas, mejor dicho) y todo a un pound o menos. Lo que también hay por todas partes son tiendas caritativas, que venden cosas que hacen ellos mismos, o que otros donan por muy poco precio.

La cultura de la bicicleta: Aunque no creo que todas las ciudades tengan este superávit de bicis que tiene Cambridge, y aunque intentar ir por Londres con una bici sea un suicidio, si que tienen más cultura de ir en bici que nosotros, a pesar de su clima infernal. Cambridge está lleno de bicis, en cada farola, verja, hierrito que te encuentres hay una bicicleta aparcada. Hay mucho carril-bici y los coches respetan bastante. Yo soy una conductora de bicis loca, me salto las señales, me meto lo mismo por aceras que por carreteras... pero da lo mismo. Aquí si un coche se tiene que parar por una bici, se para, y ni te pita ni te dice cosas groseras. Intenta hacer eso en España (si te atreves). Y a parte del hecho de que al haber tantas bicis, hay muchos robos, como el que sufrí yo, puedes comprar una bicicleta de segunda mano rápidamente y barata (que será robada a alguna pringada como yo pero así es la vida). Yo es en Inglaterra donde he descubierto que me encantan las bicis y moverme en ellas, y me va a dar mucha pena volver a casa y no poder hacerlo allí.

Libros, libros everywhere: Aquí puedes comprar libros muchísimo más baratos que en España. En las tiendas caritativas que he comentado y en los mercados, los encuentras de segunda mano por nada de precio. Yo he llegado a comprarme libros por 40 peniques.Pero si los quieres nuevos, en las librerías los hay realmente baratos. Aquí hay una cadena de librerías llamada Waterstones en la que puedes encontrar de todo, y los precios de los libros (aunque también hay de todo en cuestión de precios) ronda los 8-10 pounds. La calidad de las ediciones es la que es, pero para gente joven como yo es el paraíso. Si no me he comprado ya la mitad de la tienda es porque a ver como me llevo todos esos libros a España luego...

Los espacios verdes: Henham sería un asco de pueblucho en medio de la nada, si, pero era uno de los sitios más hermosos que he visto en mi vida. Cambridge es una ciudad, así que no tiene el mismo encanto rural, pero se cuidan mucho de tener y disfrutar grandes parques y zonas de paseo. Yo vivo muy cerca de Jesus Green, que a pesar de ser enorme no es ni el más grande de la ciudad. Todo colindante al río  lo que crea unos paisajes preciosos. La verdad es que ahora en invierno da mucha rabia tener esos parques y no poder disfrutarlos, pero esperemos que la primavera haga pronto acto de presencia.

Los dulces: Con razón hay tanta obesidad. Además de que comen fatal, aquí hacen y venden unos dulces con una pinta irresistible, que saben igual de irresistible. Los muffins, los cupcakes, los cakes, las chuches, los chocolates... Yo me salvo un poco porque siempre he sido más de salado, pero he de reconocer que de vez en cuando algo cae, porque es imposible no comer.

Y hasta aquí. Seguro que alguna cosuca más se me ocurriría, pero también se me ocurren muchas cosas de las que quejarme, como que el sábado salí y tuve que pagar 8 pounds sólo por entrar a un bar. Y eso no mola, no mola nada. Pero aquí seguimos y habrá que pensar en las cosas buenas, ¿no? En las que ya no podremos disfrutar cuando nos volvamos. Y por ahora nos queda enfrentarnos a esta semana que empieza, que para mi se presenta complicada: mi host está en el hospital, las niñas con la tía, los abuelos vuelven antes de su viaje, es el half term y no hay cole... Así que no se que va a ocurrir esta semana, ¡y miedo me da preguntar! Pero cuando nos queramos dar cuenta es domingo otra vez y otra semana se ha ido volando. Que os sea leve chiquitines.

jueves, 7 de febrero de 2013

Primera regla del club de la lucha

Aunque la primera regla del club de la lucha es no hablar del club de la lucha, hoy voy a hacer una excepción y os voy a explicar no sólo la primera, sino unas cuantas reglas que deberás seguir religiosamente si no quieres volver a España con una camisa de fuerza.

Y es que cuando estás buscando familia todo el mundo te promete que esto será algo a lo "Sonrisas y lágrimas", que irás dando por ahí saltitos, cantando con una guitarra en la mano, que serás como una hermana, la mejor amiga de los niños. Que haréis juntos un montón de actividades super divertidas y educativas y ese será tu trabajo. Sólo tengo una cosa que decir a esto: JA! 

Si este trabajo se parece a alguna película, es sin duda al susodicho club de la lucha. Te dan a un número indeterminado de niños sin domesticar, a los que nunca jamás les apetecerá hacer nada de lo que les propongas y, por supuesto, nada de lo que deben: bañarse, recoger sus cuartos, vestirse, irse a la cama... Pero al mismo tiempo te perseguirán todo el rato diciéndote "¿a qué jugamos?", "¿y qué hacemos?". Mira niñ@, tu puñetera habitación parece un Harrods (después de un tornado). Deja de darme la murga y vete por ahí un rato. Y parece que cuando están los padres  la cosa debería ser más fácil, pero no. Para dejarte a ti en ridículo y desautorizada totalmente le irán a los papis con todo tipo de ridículas peticiones que a solas contigo ni se les ocurriría pedir ni tu les dejarías bajo ningún concepto (comer uvas en la bañera, por ejemplo, cosa que me pasó el martes), y que los progenitores de las criaturas consentirán porque vienen cansados de trabajar y claro, como van a invertir 5 minutos de su valioso tiempo libre en educar a sus hijos, que para eso está esta chica en sus 20 a la que acabo de conocer. Considero que si en ese mismo momento no coges un cuchillo y protagonizas tu propia matanza de Texas, te pueden dar el premio a la au pair del año. Pero de estas habrá muuuchas, tendrás cicatrices en la lengua de mordértela, mareos del veneno (espera... esa igual soy sólo yo), muchas cosas reconcomiéndote por dentro. Por eso, ahí van unas cuantas pautas que ayudarán a mantenerte lejos de las instituciones mentales:

Regla nº 1: JAMÁS TRABAJES EN TUS DÍAS LIBRES: Es la regla de oro. Da igual que a la casa se la esté comiendo la mierda, o que los niños se estén abriendo la cabeza los unos a los otros. Es más, intenta estar en la casa lo menos que puedas, sal, queda con alguien, tomate algo. O si vives en medio de la nada y no siempre puedes quedar con alguien pues ve a correr o a dar un paseo, lo que sea. Pero trabajar no, porque es tu tiempo libre por algo.

Regla nº 2: Cíñete a tus tareas: Si has pactado con los padres que sus labores son, por ejemplo, planchar la ropa de los niños, no planches también la de los padres. Se muy bien que al principio todas queremos ser bien agradecidas, demostrar que valemos, que no estamos aquí en plan parásito. Pero primero, más vale esperar a ver si la familia se lo merece, porque todos ponemos nuestra mejor cara los primeros días pero luego a la larga nos acabamos viendo las verrugas, y segundo, lo que tu ves como un favor ellos lo acabarán tomando por costumbre, y el "oh muchas gracias por planchar la ropa, que detalle" pasará a ser "¿Por qué no está nuestra ropa planchada?" el día que no te de tiempo a hacerlo o simplemente no te apetezca.

Regla nº 3: Respira hondo y cuenta hasta 10: Evitará que le claves un tenedor en el ojo a padres e hijos más de una vez.

Regla nº 4: Lo que digan los padres va a misa: Aunque a ti te parezca absurdo, cada uno educa a sus hijos como quiere. Fíjate en lo que los padres les consienten y no les consienten e intenta seguir esa pauta. Aunque a ti te chirrien los dientes al ver ciertas cosas, no es asunto tuyo.

Regla nº 5: Aprende a pasar: J. me dio un buen consejo el otro día. De nada vale enfrentarse a los niños que cuidas, estar machacándolos constantemente con que hagan bien las cosas, con que tengan buenos modales, con que se comporten, con que respeten a los demás... más que para que te cojan manía. Luego te vas a dar la vuelta y los padres van a estropear en un segundo el trabajo de toda la semana. Pero aun más, tu te irás dentro de unos meses y la siguiente au pair no va a hacer las cosas como tu, así que no merece la pena tanta angustia y pelea. Si no están tirando al gato por la ventana, haciendo malabares con cuchillos o prendiendo fuego a la casa, déjalos hacer.

Regla nº 6: No te lo tomes como algo personal: Creo que esta fue la única cosa de valor que me dijo mi antigua host. Los niños no tienen la misma memoria a largo plazo que los adultos. En un momento dado les castigas y te odian y ya no te van a querer nunca jamás de los jamases porque eres la peor au pair de la historia y quieren a su mami, y al minuto siguiente estás jugando con ellos a algo y eres la repera. Y no hay más. Así que cada noche haz borrón y cuenta nueva y retén sólo lo bueno. Ayer las niñas y yo no tuvimos un día muy bueno, pero por la noche P., la pequeña, me puso una pegatina de un gato rosa, que me encanta, en el jersey. La he pegado en la pantalla del portátil para mirarla cada día y recordar que, a pesar de todo, estoy participando en algo muy bonito, que es ayudar a unas niñas a crecer y a convertirse en personas valiosas, y que aunque sólo sea por unos meses, dejaré una huella en sus vidas, y por eso he de intentar hacerlo cada día un poco mejor.

Que ser au pair no es como te lo pintan, eso está claro. Pero no quiere decir que tenga que ser malo. No se me ocurre qué podría haber hecho en este año de mi vida que me hubiese valido más, para aprender sobre mi misma, sobre mis capacidades y limitaciones, sobre las personas. Y con esta profundísima reflexión os dejo, que mañana viene la señora de la limpieza y, en fin, irónicamente no quiero que se encuentre la casa echa un desastre, así que voy a ordenar un poquitín. Un besito corazones!