¡Ojú, que caló!

Guten tag amiguitos!

Hace una semana que no os traigo noticias y vengo cargadita. Lo primero es decir lo bien que me lo he pasado en mis vacaciones express. Sevilla me ha sorprendido gratamente, y Granada sigue teniendo el embrujo de siempre. La Catedral de Sevilla, la Plaza de España, el tablao flamenco, la Alhambra, todo maravilloso. Eso si, vaya calor que hace. Pero bueno, eso es una buena excusa para pararse a repostar, tomarse algo fresquito, comerse una tapita y disfrutar de la vida... ¡que allí si que saben!

La siguiente novedad es que salieron las notas del examen de la EOI y, desgraciada pero no sorprendentemente, he suspendido. Esto supone un punto más a favor de irme fuera a mejorar el inglés, que me trae por la calle de la amargura. También tengo que admitir que no he hecho prácticamente nada en todo el verano con respecto al inglés, así que no cabía mucha mejora en este aspecto.

Y la última noticia, pero la que más viene al caso, es que tengo novedades de la agencia. El lunes ya estaba histérica porque aun no me hubiesen llamado, y el martes, a medida que pasaba la mañana me ponía peor. Pero a eso de las dos de la tarde me llamaron, porque me habían enviado un correo con información sobre una familia, pero el servidor les había devuelto el correo. Tenían mal apuntada mi dirección. Así que me llamaban para comentarme un poco, y además después pude ver yo misma la ficha de la familia. Parecen ideales, son una pareja con tres hijos, dos adolescentes y uno de 4 años, que viven a las afueras de Warminster. Tiene unos cuantos animales, entre ellos un pony... ¡un pony! ¿Quién narices tiene un pony en su casa? En realidad no debería escandalizarme tanto, ya que mi hermana también tuvo un pony para mi sobrina, pero en unas caballerizas claro, no en un establo de su casa. Esto me hace verlos en mi cabeza algo así como en la casa de la pradera. Las fotos de la habitación en la que me quedaría me han gustado también: una habitación amplia, una cama grande...Buscan a alguien para ayudar en la casa, con los animales y con el niño pequeño, y pagan bastante bien. Y ya han tenido au pair, que, por cierto, aun sigue en la casa. 

¿Dónde está el problema?, os preguntareis. Porque siempre hay un pero, por supuesto. Pues de nuevo es la localización de la familia, que es aun peor que la anterior. Por lo menos la anterior familia vivía en el centro de Nottingham, una ciudad importante. Esta familia me da la impresión de que ya de por si viven lejos del pueblo, que a la vez está lejos de todo. Está a casi dos horas de Bristol, que sería el aeropuerto más cercano, pero ya he investigado y no me viene bien ninguna ruta, y no solo es que esté muy lejos de Stansted, sino que tendría que ir del pueblecito a Bath, y desde ahí coger el bus a Stansted. Se puede hacer, yo estoy acostumbrada a pasar la vida metida en un autobús, por las decenas de veces que fui y volví de Oviedo a mi casa mientras estudiaba, pero si viviesen más cerca de Londres...pues mejor, porque no es sólo el tiempo de ir hasta al aeropuerto, que ya es una faena porque es tiempo perdido, sino el dineral extra en buses y trenes.

Pero no se puede tener todo en esta vida... ¿o sí? Por una parte J. me dice que sabe que me siento obligada a "conformarme" con esta familia por haber rechazado a la otra, y tiene razón, en parte me siento obligada. Pero también es que el tiempo va pasando, y temo que cada vez tarden más en encontrarme familia, hasta el punto de que ninguna me parezca bien y me tenga que quedar todo el año aquí, en España, cruzada de brazos como llevo desde enero. Y eso sí que no. Supongo que, aunque debería tener en cuenta la localización de la familia, tendría que centrarme más en si me gustan y si me parece que estaré a gusto con ellos, ya que al fin y al cabo el 95% de los próximos 9 meses va a consistir en eso, ¿no? Esto es fácil de decir, pero como ya os habréis dado cuenta si habéis leído algo de lo que he escrito, mi relación es muy importante para mi, y saber que hay ciertas facilidades para ir y venir a España me dan sensación de seguridad, de que en realidad no me voy tan lejos, de que no se va a hacer tan duro. Falsas ilusiones, claro.

Pero no adelantemos acontecimientos. Antes le he enviado un e-mail a la agencia para que me digan si la familia quiere hablar conmigo y cuando, a lo mejor están en contacto con otras au pairs y se deciden por otra chica, quien sabe. Yo como siempre, con mis paranoias mentales. Estoy considerando empezar a buscar un poco por mi cuenta también, aunque me da un poco de apuro irme sin el apoyo de una agencia.

Y en estos términos estoy ahora mismo, no os quejareis eh, que me he puesto con el blog nada más llegar a casa, y eso que estoy muerta... ¡vaya viciada que tengo! Pero de momento os dejo, espero hablar pronto con la familia y poder contaros qué me han parecido. Auf Wiedersehen!