Me vais a perdonar, pero voy a tener una
rabieta al más puro estilo de un niño de 5 años.
¡¡¡¿POR QUÉ NADIE
ME LLAMAAAAAAA?!! YO QUIERO IRME A INGLATERRA YAAAAA BUAAAAAAAAAHHHHHH!!!!!!
Ais, me vais a
disculpar, pero ya no me aguantaba más. Y es que ya van camino de 6 semanas que
la agencia me busca familia y aquí estoy, que no me como ni los mocos. Y
gracias a esto he descubierto que buscar una familia para irte de au pair tiene
un proceso bastante parecido a buscarte trabajo en España, sólo que más
concentrado en el tiempo:
1ª semana (o mes,
si buscas trabajo): Crees que enseguida vas a encontrar familia/trabajo. Tú lo
vales, estás preparada para todo. Tienes mucha ilusión (y mucho miedo).
2ª semana: Tu
primera entrevista. Estás muerta de miedo pero en el fondo sabes que les vas a
deslumbrar y te van a coger. La cosa no sale bien. Te consuelas pensando que al
90% no lo cogen a la primera, pero enseguida vas a triunfar.
3ª semana: La cosa
empieza a atascarse un poco. Te empiezas a poner nerviosa, pero sigues pensando
que en cualquier momento caerá algo bueno.
4ª semana: Tu
desesperación crece, porque si te llaman para algo acaba siendo un fiasco (te
llaman para recepcionista y es para comercial, true story).
5ª semana: Tu
convicción decae. Empiezas a pensar si habrá algo en tu curriculum que eche
atrás a las familias (o empleadores). Te preguntas si irse será la mejor
decisión. A lo mejor deberías haberte puesto a estudiar un máster.
6ª semana: Te
comes una tableta Milka barquillo a mordiscos mientras miras con ojos acuosos
de vaca al infinito.
Supongo que este
es mi proceso, que mucha gente encontró familia más rápido, otros tuvieron que
esperar pero su ánimo no decayó...Pero creo que lo que ha pasado esta semana me
ha hecho desanimarme un poco más de lo que ya estaba. En la anterior entrada,
una lectora y ya au pair en UK me escribió diciéndome que se había
enterado de una chica que buscaba sustituta porque tenía que dejar a su
familia. Lo mejor fue cuando vi dónde vivía la familia, en un pueblo a media
hora en coche de Stansted. Para mí, que sabéis que la localización
era muy importante, era como si me pusieran delante de los morros un boleto de
la lotería ganador. Pero fue una historia corta. Escribí a la chica y no hubo
respuesta, y después de cinco días ya no tengo mucha esperanza de tenerla. Pero
bueno, la vida sigue y aun tengo fe en que algo bueno saldrá.
Ahí os dejo,
esperando poder daros pronto buenas noticias. ¡Feliz domingo!