Salvada por la campana

Bueno, pues de vuelta en las frías tierras inglesas estamos. La verdad es que me siento como una gilipollas, no paro de decirme a mi misma, "a ver Itziar, ¿esto no lo habíamos superado ya?". Pero no puedo evitar que este nudo en la garganta, esta angustia ante la perspectiva de estar tanto tiempo lejos de casa me vuelva a atacar, y me dan ganas de darme de tortas por ello. Vale que no es tan jarto como la primera vez, pero es molesto igualmente. Y mirándolo bien, si que estoy como al principio, volviendo a empezar con otra familia, preguntándome cómo serán, cómo será vivir con ellos, si me irá bien... más ahora sabiendo que las cosas pueden ir mal, que esas cosas pasan.

Pero, ¿qué estoy contando yo de repente de empezar con una nueva familia? Tal vez os esteis preguntando. Pues bueno, la cosa es que como tiendo a emocionarme antes de lo debido (mirad lo que me pasó con la familia de Londres), no quería contar nada hasta que ya fuese algo seguro.La verdad es que ha sido una historia un poco extraña y no me lo acabaré de creer al 100% hasta que no esté del todo instalada.

Creo que fue el miércoles vi en el facebook que una chica pedía una au pair para la familia en la que ella había trabajado (en Cambridge), así que la escribí. Ella le pasó mi correo a la familia y ellos me escribieron a su vez. Yo le expliqué que tenía prisa por encontrar algo porque me venía el domingo, ella que también tenía prisa por encontrar a alguien, yo le mandé referencias, fotos, etc, ella me dio detalles sobre el trabajo... Y quedamos en hablar el viernes. Pero el viernes no pudo, así que quedamos en habar el sábado al medio día. Pero no encontraba mi usuario, así que me dijo que bah, que no pasaba nada, que con lo que ha había enviado la valía y que el domingo no iba a estar en casa hasta muy tarde y que si podía quedarme en casa de una amiga y empezar el lunes. Y si, yo no tenía inconveniente.

Pero ha sido todo muy raro y apresurado. Me ha dado algunos detalles sobre el trabajo pero aun tengo muchas lagunas. Según lo que me ha dicho mi trabajo consiste en recoger a las niñas, estar con ellas, darles de cenar, recoger un poco... tres veces a la semana, una o dos noches de babysitting, tal vez llevarlas al cole alguna mañana si ella tiene que salir a trabajar pronto y ya, y por esto nada más 80 libras a la semana. Así que no se, me parece muy poca cosa. Oye, que si es así yo más contenta que unas castañuelas, pero, ¿sabeis eso de piensa mal y acertarás? Pues eso.

El trabajo tiene una peculiaridad, y es que no viviría con ella y las niñas (es mamá divorciada), sino con el padre de ella y la novia del mismo, que viven a 15 minutos andando (5 en bici, que en Cambridge es todo en bici). Una planta de la casa para mi sola, tele en mi cuarto, wi-fi... Así que no se, todo suena siempre muy bien de inicio, pero luego la realidad suele ser diferente. 

He de reconocer que no estoy con el estado mental correcto para enfrentarme a esta situación de nuevo. Quiero esta ilusionada, repleta de buenas intenciones, de ideas para hacer con las niñas, de ganas de caer bien, de ser amable. Pero estoy cansada y triste, me da mucha pereza empezar con otra familia ahora y miedo de que vaya mal otra vez. No se por que me siento así, si la verdad es que yo deseaba volver, y estoy contenta de haberlo conseguido. Supongo que la inseguridad nos hace sentir cosas extrañas. Pero voy a intentarlo con mi mejor intención y todas mis ganas, y se que en cuanto conozca algo más de gente por aquí, vuelva a ver a los amigos que ya tengo y busque cosas para mantenerme ocupada todo mejorará sustancialmente.

Así que por ahora os dejo, seguro que durante estos días tendré mucho que contaros, pero ahora estoy deseando dormir y ver que me depara el mañana (ir a buscar la maleta grande, que está en la casa de mis antiguos hosts arg! e instalarme en la nueva casa). Muchos besitos corazones!