Supongo que habréis notado mi ausencia, pero han sido unos días muy agitados y difíciles que han derivado en la finalización de mi relación laboral y personal con la familia. ¿Qué ha pasado? ¿No era todo buen rollo y felicidad en el último post? La intención estaba ahí, pero cuando algo no funciona, no funciona, y no tiene sentido ninguno aguantar por orgullo, por comodidad, por cualquiera que sean los motivos.
Pero mejor que me explique. Lo que seguís mi blog con cierta regularidad sabéis que estaba teniendo ciertas dudas y problemillas con la familia y el área en el que vivía: la actitud de E., los detalles feos de mis hosts, las dificultades a la hora de salir del pueblo a determinadas horas. Hacia las semanas de la visita de J. estuve a punto de hablar muy seriamente con la familia, pero finalmente, después de muchas lágrimas, muchas conversaciones con personas que me quieren y muchas frases del tipo "pues si tan mal estás allí busca otra cosa" decidí no tomar ninguna decisión drástica antes de Navidad y, como os comuniqué en el último post, intentarlo con todas mis ganas.
Pero cuando vives y tienes que ver cada día a unas personas con las que realmente no has conectado llega un momento en que la presión tiene que salir por algún sitio. El miércoles pasado S. (la madre) estaba enferma y se quedó en casa. A media mañana estaba colocando los platos limpios cuando me empezó a preguntar si ya había empezado con mis maletas, parecía una cháchara sin más importancia hasta que me soltó "¿Tu quieres volver después de Navidad?". Uy...malo. Con cara de "no se muy bien como va a acabar esto" me volví y le dije "VOY a volver después de Navidad". Y ella "Ya, pero... ¿QUIERES?" Y que coño, no, no quería. Empecé diciéndole que si que volvía pero que había que trabajar mucho con las niñas y acabé diciéndole, con lágrimas en los ojos y guiada por su propia sugerencia, que si, que me tomaría el día para pensarme si me volvía o no, pero más con el no en la cabeza que con el sí. ¿Qué ocurrió entre medias de esa conversación? Pues muchas cosas. Ella me echó muchas cosas en cara que no me parecieron nada justas, lo extraño es que nada de lo que me dijo estaba relacionado con la calidad de mi trabajo, si acaso que ella no veía la conexión y el cariño entre las niñas y yo que debería de haber después de 10 semanas cuidándolas. Pero la mayoría de las cosas estaban relacionadas con mi tiempo libre: que desaparezco en cuanto ellos llegan a casa (cosa que no es verdad, siempre me quedo por allí por si me necesitan y les repetí hasta la saciedad que me lo dijeran si necesitaban algo), que estoy siempre metida en mi habitación, que nunca me reúno con ellos para hacer nada en la casa (como que el día que hubo un apagón y no bajé con ellos a hacer nada al salón con la chimenea), que hay días que no me ven en todo el día y que parece que espero a que ellos hayan cenado para bajar a cenar yo.
Vale, esa es su versión de la historia. La mía es que me están reclamando una cercanía que no me ofrecen a mi, que no entienden que provengo de otra cultura en la que no cenamos a las 6 de la tarde, que paso de las 7 de la mañana a las 5 y pico de la tarde con las niñas y que necesito mi tiempo y mi espacio cuando ellos llegan, a pesar de no haberles negado nunca a las niñas mi atención cuando me la han reclamado, y que ellos ni nunca me invitan a ir a ninguna parte cuando salen (así que no entiendo que se quejen de que no hago nada con ellos...¿nada en la casa?) y nunca, nunca han hecho prácticamente nada por mi, ni tener un detalle ni ayudarme con nada (buscando la bici, los cursos de inglés, poniéndome en mi habitación una tele que no usan para nada y que está guardada debajo de MI cama...), nada a parte de pagarme regularmente. Así que no entiendo nada. Si me estuviesen reclamando una negligencia en mi trabajo podría entenderlo, pero no voy a cambiar mi forma de ser, mi forma de disfrutar de mi ocio, por su capricho. No paraba de repetirme que no me sienten como parte de su familia, ¿pero no te das cuenta de que no soy parte de tu familia?
Así que después de un día muy duro, de consuelos, cafés, conversaciones, decisiones, sentimientos de fracaso y de tristeza, aquí estoy, en España y sin ningún lugar al que volver en Inglaterra. Esa noche les comuniqué que después de todas mis dudas, aquella conversación fue el empujón que necesitaba para tomar mi decisión, y que no iba a volver. Todo fue muy civilizado, amable y polite, ellos me agradecieron que lo intentase y yo que me dieran la oportunidad. Pero cuando me di cuenta de que había tomado la decisión correcta fue al día siguiente. Antes de que las niñas se fueran a la escuela fui a hablar con ellas. Les puse la televisión en silencio, me senté en frente de ellas y les dije que no iba a volver después de Navidad, pero que iba a ir a la casa una au pair genial y simpática que las querría mucho, y que me tenían que prometer que se iban a portar muy muy bien con ella. Su respuesta "Ok" y gestos evasivos con la cabeza para seguir viendo la tele. Pues nada, o yo soy una au pair terrible o de verdad tenía que salir de esa casa (o ambas...).
Pero tengo la firme intención de volver, no se si como au pair o para buscar trabajo, pero voy a volver. Tan firme es mi intención que mi maleta grande con casi todas mis cosas mundanas sigue allí. Pero por ahora estoy disfrutando de un tiempo bien merecido con mi familia. Siento que este post no es de muy buena calidad, pero no tengo mucho tiempo con el trajín navideño para escribir algo como dios manda, sólo quería comunicaros este gran cambio en los acontecimientos. Os mantendré al tanto de las novedades. Pero ahora...
QUE DISFRUTEIS DE LA NOCHEBUENA, Y ¡FELIZ NAVIDAD!
P.D.: La familia está buscando au pair, obviamente. Que yo no me adaptase no quiere decir que otra persona que sea más afín a ellos no vaya a ser feliz allí. Si alguien quiere intentarlo por favor, que deje un comentario y buscaré la manera de ponerme en contacto. Yo prometo estar siempre disponible para ayudar en todo lo posible. Por otro lado, si alguien tiene información sobre alguna familia que busque au pair o alguna oportunidad laboral le agradecería que me lo dijese. Este blog NO se acaba aquí, no os vais a librar de mi. Esta es sólo otra parte del camino, otra cosa que te puede suceder si te vas de au pair, y que incluso estoy contenta de que me haya pasado porque ahora puedo ofrecer una perspectiva de esta experiencia. Mucha gente va con miedo "¿Y si no me va bien con la familia?". Bueno, pues ya podéis ver que si no os va bien con la familia no es el fin del mundo ni muchísimo menos. Y ahora, a disfrutar de la comida de Navidad. ¡Un besito corazones!