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viernes, 29 de marzo de 2013

Esto no funciona

Yes, I know. Naughty girl! Sé que últimamente no estoy muy pendiente del blog, pero no se si será este horrible tiempo que me deprime o que tengo algo menos de tiempo estos días que no encuentro la inspiración para escribir. Y para decir chorradas... ¡mejor no escribo! Y como se nota que cuando no quieres y mimas algo esto se deteriora, que las visitas en mi blog han decaído bastante, así que quiero ponerme las pilas de nuevo.

Por favor, no os asustéis con el título. Sigo "estupendiosamente" con la familia, a pesar de todo lo que les está pasando (que no puedo contar, aunque de para un guión de culebrón, por su propia privacidad y seguridad). Sin embargo, he observado con alarma que la mayoría de los au pairs españoles que conozco han tenido o tienen algún problema serio con la familia, que conlleva una mala relación con la misma o el abandono del trabajo. No estoy exagerando. Si conozco unos 20 au pairs españoles, más de la mitad han cambiado de familia o simplemente roto la relación con la misma para buscar otro trabajo o volverse a España bastante antes de lo que esperaban, o tienen algún problema serio con ellos que afecta a la relación y les hace no estar a gusto. Pero, ¿qué es lo que hace a esta experiencia tan complicada? ¿Y por qué parece que nos afecta a los españoles más?

Yo no soy socióloga, pero dado que un poco sé del mundo auperil y que he podido vivir en mis carnes el fracaso con una relación y estoy en contacto con muchos otros que les ha pasado lo mismo, voy a intentar analizar algunas de las posibles causas que se me ocurren para que los futuros au pairs vengan preparados para lo que pueda ser.

Razón nº1: Desilusión: Las páginas web y agencias no ayudan mucho en este asunto, por no decir que son el principal problema. Nos presentan la experiencia au pair como una familia que nos va a recibir como si fuésemos su hija perdida, cuando muchas familias lo que quieren es que vayas, trabajes y, aunque te relaciones con ellos hasta cierto punto, les dejes disfrutar de su escaso tiempo libre en paz y seas independiente, vaya, que no supongas ninguna carga ni molestia extra que suficiente tienen con aguantar a sus hijos. Pero esto funciona también en el sentido opuesto. Una au pair con cierta experiencia o muy desenvuelta que quiere ir, trabajar, y luego hacerse su vida se puede encontrar con que, si la familia es novata, esta espere que de la noche a la mañana la susodicha au pair se haga intimísima amiga de sus hijos y una cómplice de los padres, que les lea la mente y sepa cuando están de humor para tenerla alrededor y sentirse como que están contribuyendo y cuando están cansados y quieren que les dejen en paz. Como en muchas cosas en la vida, la clave está en el equilibrio, pero está claro que para que funcione ambas partes tienen que ser equilibradas. A veces hay que socializar aunque lo que te apetezca sea meterte un rato en el cuarto o echar una mano extra para ser amable, y a veces hay que respetar el espacio de otros. Como se trata de una cuestión de intuición y tolerancia, que no todos tenemos, pues es complicado.

Razón nº2: Sobrecarga de trabajo: Muchas familias quieren una cocinera (barra) cuidadora (barra) educadora (barra) psicóloga (barra) chacha, y encima que todo quede perfecto. Y si, es verdad que nos dan alojamiento y comida, que si tuviésemos que pagar por nuestra cuenta sería un buen pico, pero eso no les da derecho a convertirnos en un 24 horas. ¿Cual es la solución? Dejar cristalino cuales van a ser tus tareas antes de llegar con la familia, y suponerte siempre que te vas a acabar haciendo un 10% más. ¿Te sigue pareciendo razonable? Entonces adelante. Si ya has llegado al punto en el que estás haciendo de más y te estás quemando porque te parece injusto, sólo queda por delante la desagradable tarea de hablar con los hosts. Yo ya le he recomendado a un par de personas que si no se ven con el valor o si creen que se trabarán mucho con el inglés y no acabarán expresando lo que querían, escriban una carta. Aquí todos son de decirse las cosas mucho más indirectamente, así que no les chocará tanto. Obviamente, habría que poner en la carta que estás dispuesta a hablar con ellos cara a cara pero que crees que por escrito te expresarán más claramente.

Razón nº3: Pueblo fantasma: Hay que sacarse de la cabeza que esto es como España o que Inglaterra es Londres. El resto de Inglaterra es aburrido, mucho más en invierno. Si eres de las que la casa se te cae encima, mejor que escojas como destino ciudades con cierto volumen de población, con tiendas, cines, restaurantes.... No te dejes engañar por el encanto y la belleza de los pueblos: acaban convirtiéndose en una jaula de oro. Los pueblos no están muy bien comunicados con trasporte público, y los que si lo están lo están sólo hasta horas muy limitadas

Razón nº4. ¿Ser español?: Si y no. Es obvio que si conozco bastante más gente española que de otras nacionalidades, conoceré más gente española que haya dejado a su familia, pero es que sólo conozco UNA persona no española que le haya ido mal con la familia, así que es alarmante. Sin embargo creo que hay ciertas explicaciones a este curioso fenómeno. Una de ellas es que venimos, de media, con más edad que las personas de otras nacionalidades, y muchos ya tenemos una carrera, por lo que somos quizá un pelín orgullosos y aguantamos menos las tonterías, lo cual no creo que sea algo malo ni mucho menos, es positivo que nos demos cuenta de cuando nos están explotando. Por otra parte creo que la cultura de los países mediterráneos es mucho más diferente que el resto de las culturas europeas, que encuentran más similitudes. Otra punto en contra es que solemos llegar con un nivel de inglés más bajo, y cuando estamos descontentos nos cuesta más expresarnos, explicarnos, y nos frustramos. Por último, estamos menos acostumbrados a este estilo de vida, estos horarios y este clima y creo que eso tiende a mantenernos más deprimidos, sobre todo en estas fechas.

Pero, ya resumiendo, sean cual sean las razones, a las ya au pairs que se enfrentan a esta situación os digo que no cunda el pánico, que buscar otra familia no es tan traumático. Y a las novatillas que están buscando, que sepáis que hay que, sin ser pesimistas y con la idea en mente de que lo más probable es que todo vaya bien, estar al mismo tiempo preparadas psicológicamente para lo que pueda ocurrir.

Mis novedades sobre la familia son las que siguen: mi jefa se volvió a poner malísima, la volvieron a llevar al hospital y la operaron de nuevo, por lo que tengo de nuevo a las niñas aquí, "alegrándome la vida" si me permitís la ironía. Los abuelos siguen siendo igual de cañeros y cada día les tengo más aprecio. Y acaban de empezar las vacaciones de Easter, por lo que me quiero cortar las venas. Pero bueno, intento focalizar mi mente en que en 10 días estoy camino de casa, que aun no concibo que vaya camino de tres meses que no piso suelo español. Os dejo ya corazones, ¡que disfrutéis de finde!

lunes, 11 de febrero de 2013

Alicia en el país de las maravillas

Dios, ¡estaba deseando tener un motivo para utilizar ese título! Y es que si hace un tiempo os conté las rarezas y pecados de estos pequeños y extraños amiguitos ingleses (malos trasportes públicos, peor conducción, poca iluminación de las calles, etc.), ahora creo que estoy lo suficientemente a gusto en este país como para hacer una recopilación de las pequeñas maravillas que me he ido encontrando y que sin duda echaré un poco de menos cuando vuelva a España (aunque con una caña y una tapita de jamón seguro que se me pasa la tontería). Vamos allá.

El auténtico país de las maravillas: O de las chorraditas, como digo yo. Aquí puedes encontrar absolutamente cualquier cosa que busques, e incluso puedes encontrar cosas que no sabías que querías hasta que las viste, porque a lo mejor no sabías ni que existían. Les encantan las postales, mandan postales para absolutamente todo, y en cada calle hay mínimo un par de tiendas dedicadas exclusivamente a la venta de postales. Casi todo es, en general, bastante más caro que en España, pero sin embargo aquí existen las "tiendas a 1 pound", que se ríen de nuestros "todo a cien". En las tiendas de todo a un pound puedes comprar desde comida, hasta champús, gel de baño, utensilios de cocina, libros, dvds, material de papelería... Todo de buenas marcas (marcas conocidas, mejor dicho) y todo a un pound o menos. Lo que también hay por todas partes son tiendas caritativas, que venden cosas que hacen ellos mismos, o que otros donan por muy poco precio.

La cultura de la bicicleta: Aunque no creo que todas las ciudades tengan este superávit de bicis que tiene Cambridge, y aunque intentar ir por Londres con una bici sea un suicidio, si que tienen más cultura de ir en bici que nosotros, a pesar de su clima infernal. Cambridge está lleno de bicis, en cada farola, verja, hierrito que te encuentres hay una bicicleta aparcada. Hay mucho carril-bici y los coches respetan bastante. Yo soy una conductora de bicis loca, me salto las señales, me meto lo mismo por aceras que por carreteras... pero da lo mismo. Aquí si un coche se tiene que parar por una bici, se para, y ni te pita ni te dice cosas groseras. Intenta hacer eso en España (si te atreves). Y a parte del hecho de que al haber tantas bicis, hay muchos robos, como el que sufrí yo, puedes comprar una bicicleta de segunda mano rápidamente y barata (que será robada a alguna pringada como yo pero así es la vida). Yo es en Inglaterra donde he descubierto que me encantan las bicis y moverme en ellas, y me va a dar mucha pena volver a casa y no poder hacerlo allí.

Libros, libros everywhere: Aquí puedes comprar libros muchísimo más baratos que en España. En las tiendas caritativas que he comentado y en los mercados, los encuentras de segunda mano por nada de precio. Yo he llegado a comprarme libros por 40 peniques.Pero si los quieres nuevos, en las librerías los hay realmente baratos. Aquí hay una cadena de librerías llamada Waterstones en la que puedes encontrar de todo, y los precios de los libros (aunque también hay de todo en cuestión de precios) ronda los 8-10 pounds. La calidad de las ediciones es la que es, pero para gente joven como yo es el paraíso. Si no me he comprado ya la mitad de la tienda es porque a ver como me llevo todos esos libros a España luego...

Los espacios verdes: Henham sería un asco de pueblucho en medio de la nada, si, pero era uno de los sitios más hermosos que he visto en mi vida. Cambridge es una ciudad, así que no tiene el mismo encanto rural, pero se cuidan mucho de tener y disfrutar grandes parques y zonas de paseo. Yo vivo muy cerca de Jesus Green, que a pesar de ser enorme no es ni el más grande de la ciudad. Todo colindante al río  lo que crea unos paisajes preciosos. La verdad es que ahora en invierno da mucha rabia tener esos parques y no poder disfrutarlos, pero esperemos que la primavera haga pronto acto de presencia.

Los dulces: Con razón hay tanta obesidad. Además de que comen fatal, aquí hacen y venden unos dulces con una pinta irresistible, que saben igual de irresistible. Los muffins, los cupcakes, los cakes, las chuches, los chocolates... Yo me salvo un poco porque siempre he sido más de salado, pero he de reconocer que de vez en cuando algo cae, porque es imposible no comer.

Y hasta aquí. Seguro que alguna cosuca más se me ocurriría, pero también se me ocurren muchas cosas de las que quejarme, como que el sábado salí y tuve que pagar 8 pounds sólo por entrar a un bar. Y eso no mola, no mola nada. Pero aquí seguimos y habrá que pensar en las cosas buenas, ¿no? En las que ya no podremos disfrutar cuando nos volvamos. Y por ahora nos queda enfrentarnos a esta semana que empieza, que para mi se presenta complicada: mi host está en el hospital, las niñas con la tía, los abuelos vuelven antes de su viaje, es el half term y no hay cole... Así que no se que va a ocurrir esta semana, ¡y miedo me da preguntar! Pero cuando nos queramos dar cuenta es domingo otra vez y otra semana se ha ido volando. Que os sea leve chiquitines.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Una buena inversión



Frioleros miércoles!

Ya sólo quedan 9 días para ir a casa, hurra! Y alejarnos un poco de este frio. Y es que yo no se si será común que aquí en Noviembre/Diciembre haga tanto frio, pero nos estamos chupando unas buenas heladas. Y para que veais que no miento os voy a subir una foto hecha esta mañana con el móvil del laguito del pueblo congelado.


 


No veais que gracia salir por la mañana al frio para llevar a las nenas al cole. Pero esto me ha dado una idea para escribir un post útil, que hacía mucho que no lo hacía. Antes de venirte hay cosas que son obvias que necesitas y que ya os conté: pasaporte, tarjeta sanitaria europea, libras... Pero hay otras que, o no merece la pena que te traigas y las compras aquí o no sabias que las necesitabas hasta que viniste. 

Hasta el momento el dinero mejor invertido lo he gastado en las botas de agua, la camiseta térmica y el polar de Decathlon, unas medias tupidas y unos calcetines gruesos, ambos del Primark, y en los mitones con capucha, en el Sainsbury. Las botas de agua las compré en Shoe Zone, una tienda bastante barata de calzado, por 10£. En Cantabria, a pesar de que llueve mucho, nunca me habia dado por comprarme unas, y resulta que aquí no me las quito. Pero es que en una ciudad con cualquier calzado cerrado lo puedes hacer un día de agua, pero aqui entre los charcos como pozos, el mejunge de barro y hojas pochas y que por algunos sitios la "acera" es tan estrecha que tengo que andar por la hierba mojada... Vamos, que si no voy a hacer nada más en todo el dia que llevar y traer a las niñas no me molesto en ponerme otra cosa que las botas de agua, que me mantienen los pies secos y calientes y no se estropean.

La camiseta térmica del Decathlon y el polar son mi uniforme de trabajo. Cuestan 8 y 10 euros respectivamente (y redondeando) y dan un calorcito muy agradable, así que lo mismo que para las botas de agua: si no voy a hacer nada en especial me pongo eso y a correr. Para que me vean cuatro madres cotillas en la puerta del cole no me voy a poner mona. La verdad es que la relación precio/utilidad/calidad es muy buena, aun mejor para las frioleras como yo. Y es que vale más ponerse una camiseta térmica (creedme) y un jersey normal que el jersey más grueso que encontreis en el mundo.

Las medias tupidas y los calcetines gruesos los encontré en el Primark de Cambridge, dos pares de cada por 3£ (el par de pares jeje). Es decir, dos pares de medias 3£ y dos pares de calcetines otras 3£. Las medias ni llegan a ser leotardos ni medias normales, y unos leotardos harian muy bien la función también. No me las compré para esto, pero como me quedaban un poco pequeñas y no son de mucha calidad me las empecé a poner debajo de los vaqueros y ocurre lo mismo que con la camiseta térmica, que al estar en contacto con tu piel ofrece mucha más protección contra el frío. Los calcetines gruesos encima de las medias son la guinda del pastel. Y es que tener las extremidades y la cabeza calientes es lo más importante, ya que es el primer sitio por donde perdemos calor. Si conseguís mantener pies, manos y cabeza calientes el frío será llevadero.

Por qué mitones? No tienen que ser del Sainsbury, pueden ser de cualquier sitio. Pero mejor mitores para manejar los móviles táctiles, porque tener que quitarse los guantes en el frio cada vez que te llega un whatsapp no hace ni puta gracia. Aseguraos de que los mitones llevan una capuchita para cubrir la punta de los dedos porque hasta esa pequeña porción de piel se congela al instante en este frio. Si no, unos guantes con forro polar también son una buena idea, aunque ni los he buscado ni los he visto.

Y lo que a mi me falta de comprar que muy mal por mi parte es un gorro, pero tengo la cabeza pequeña y parezco una seta con todos así que... Pero espero que mi guía de como no morir congelada y empapada en Inglaterra os haya gustado. Por lo demás yo sigo intentando cultivar mi paciencia y positividad, con éxito algunos días y sin él otros, pero superando el día a día que no es poco. Os dejo que, hablando de lo cual... estoy muerta de frío! (mi camiseta térmica está lavando jeje) Pero esto lo soluciono ahora mismo con un colacao calentito :). See you soon!