viernes, 10 de octubre de 2014

Al partir, un beso y un adiós

Pues ni beso ni adiós.Una desgraciada, eso es lo que soy. No me digné ni a despedirme, ni a darle un final decente a mi blog. Pero ya veis, aquí estoy, casi un año y medio después del fin de aquella experiencia que tan trascendente fue para mi vida, haciendo un remember.

El otro día me llegó un comentario, y echando un vistazo a ver que me ponían, empecé a releer las entradas y a partirme de risa. Está mal que yo lo diga, pero, ¡no sabía que fuese tan ingeniosa! Fue bonito recordar aquel tiempo y todo lo que ocurrió, lo mucho que disfrutaba escribiendo en este blog.

Mi vida ha cambiado mucho desde que volví. Me vine a Madrid, estudié un Máster, y aquí me tenéis, trabajando en una empresa alemana que desarrolla productos informáticos. Well, no es tan glamuroso como suena, pero me da de comer.

Y, después de un año y medio, ¿cuales son mis conclusiones sobre la experiencia de ser au pair? Ha pasado suficiente tiempo como para que todo se asiente y poder ver la experiencia con más objetividad, y mi conclusión general es que no habría dejado de vivir aquello por nada del mundo. Fue duro, sí, pero lo mucho que me curtió no tiene precio. El saber inglés me ha abierto muchas puertas y espero que me abra muchas más en el futuro, aunque también hay que tener en cuenta que al volver hay que seguir trabajando ese tema más aun que en Inglaterra, porque ya no tienes tantas oportunidades de practicar. He de reconocer que lo he dejado bastante de lado y he perdido parte de la fluidez y del vocabulario, pero es la diferencia entre estar full time inmersa en un ambiente angloparlante y tener que hacer tu día a día en español e intentar sacar un ratillo para el inglés. Además, con respecto al trabajo, siempre es positivo tener una experiencia vital que te destaque entre la marea de candidatos con perfiles similares, así que se le puede sacar mucho partido.

Con respecto a la familia, no tengo mucho contacto con ellos por desgracia. El pasado abril estuve de visita en Cambridge y pasé a verlos. Las niñas estuvieron un poco distantes, aunque supongo que es normal, la vida sigue y no pueden cogerle mucho apego a las au pairs porque se les rompería el corazón cada vez que se van. La madre y la novia del abuelo fueron un encanto conmigo y pasé una tarde genial charlando con ellas. En resumen fue una sensación extraña ver lo igual que seguía todo y lo diferente que era yo de la chica que una vez fue au pair. Ahora, sigo un poco al tanto de sus novedades a través del Facebook, pero poco más. Curiosamente, no terminé de escarmentar de niños para arriba y para abajo, que durante casi un año seguí trabajando de niñera con tres niñas estupendas aquí en Madrid, así que al final va a ser que no me disgusta tanto esto de estar rodeada de críos.

Con quien sí sigo en contacto, afortunadamente, es con algunas de las personas que conocí allí. No con todas, obviamente, y no con ningún angloparlante, para mi gran desdicha, pero si con algunas de las personas que se instalaron en mi corazón y ya no quisieron irse nunca más. De hecho, hace dos semanas estuve en la maravillosa y perfecta boda de una pareja que conocí allí, y llevaba tiempo sin practicar tanto inglés como practiqué aquel día, ¡fue genial!

Me han pasado tantas cosas desde que dejé Inglaterra que siento que queda lejana esa experiencia, pero de alguna manera siempre presente, ya que me ha ayudado a construirme y a convertirme en la persona que soy ahora. Ya no me dan tanto miedo los retos ni la incertidumbre de no saber qué pasará. Mis ganas de conocer nuevos lugares y personas distintas es mucho mayor. En definitiva, estoy convencida de que me hizo crecer y que ahora soy una versión mejor de mi misma.

Echo un poco de menos aquello. No ser au pair, pero si algunas cosas del estilo de vida inglés: las bicis, la belleza de sus ciudades, la gente, la cultura... No se si la vida me devolverá allí, tal vez en algún momento, aunque he de reconocer que estoy muy satisfecha con cómo y dónde estoy ahora mismo. Pero me ha alegrado releer el blog, recordar todo aquello, reflexionar sobre ello y escribir esta entrada, de manera que sirva de perspectiva sobre cómo se contempla la experiencia con tiempo de haberla reposado, y de cierre y despedida. Es una etapa que terminó y debo dejar atrás, aunque en la maleta que llevo siempre conmigo tenga mis recuerdos, la sabiduría que acumulé sobre mi misma y la vida, y , sobre todo, las magníficas personas que conocí.

Sigo intentando contestar a todas las personas que me escriben comentándome dudas sobre el tema de ser au pair, aunque a veces me resulte difícil por falta de tiempo o tarde mucho, podéis seguir preguntándome y haré lo posible por contestar.Y por supuesto, será un placer seguir leyendo vuestros comentarios y contestándolos. Gracias por leerme o haberme leído en algún momento, espero que tengáis una vida feliz y llena de aventuras!